Dulce aperitivo de Carnaval

La Plaza Nueva albergó ayer la quinta edición de un certamen que va cobrando protagonismo entre los bilbaínos. Bilboko Konpartsak lo considera el pistoletazo de salida al Carnaval y la Cofradía de la Makila aporta su experiencia para determinar cuáles son los mejores ponches y tostadas que presentan cada vez más ciudadanos y hosteleros. Kepa Freire comprobaba con su txapela y bastón de níspero que todo estaba en orden, al tiempo que agudizaba el paladar para catar con otros cofrades los platos que iban llegando. Decenas de personas formaban fila para presentar su candidatura. Una multitud se acercó también a degustar el ponche que un año más elaboró el hostelero Manu Iturregi. «Está frío, pero les hará entrar en calor», bromeaba parapetado tras un antifaz.

Bilboko Konpartsak prendió la mecha de la mascarada y sus miembros debían dar ejemplo, así que varios desempolvaron el disfraz y vistieron acorde con la etiqueta del evento. Y no solo ambientaron el certamen, sino que también prepararon recetas. Almu y Rosa, de la comparsa de Otxarkoaga Pa-Ya, se han hecho unas habituales del concurso, y tratan, además, de hacer cantera y pasar el testigo a la pequeña Aiuri, que optó al mejor ponche con un cóctel sin alcohol. En la cola también había un par de fieras de Piztiak, comparsa animalista. Disfrazadas de lobo y oso panda encajaban con la causa de su colectivo y sorteaban el frío en una jornada de abrigo, en la que, al menos, el certamen no quedó deslucido por la lluvia.

Miembros de los colectivos gitanos Kale Dor Kayiko y Sim Romi llegaron pisando fuerte advirtiendo de que ya habían conseguido clasificarse anteriormente entre los primeros. Y ayer tampoco fallaron, alcanzando de nuevo el podio. El secreto, «paciencia y cariño». Tópicos aparte, Victoria Jiménez confesaba: «El toque gitano es difícilmente superable». Entretanto, la fila se fue agotando y los platos fueron distribuidos por la mesa. La organización dio cinco minutos de rigor, y el jurado empezó a echar un vistazo a las tostadas antes de hincarles el diente. «La primera criba se hace con la vista», desveló Kepa Freire.

El jurado tenía trabajo por delante. Según Bilboko Konpartsak, se presentaron 76 ponches y tostadas. El comparsero Iker Martín daba por buena la cifra. Además, considera que el certamen se expande y cuenta con gente de más barrios.

«No se tira nada»

El miembro del jurado Ángel Ortiz adelantaba algunos detalles, a la vez que desfilaba entre las hileras de tostadas de pan. «Esta tiene tanto licor que al final pierde su esencia», sostuvo.

Llegó la hora de desvelar el veredicto. Varios comparseros situaron en los primeros puestos sus ponches y tostadas. Miembros de la organización bromeaban con un posible tongo. «Es que algunos han traído varias tostadas», puntualizaba Kepa. Entre las de pan, el segundo y tercer puesto se lo repartieron los colectivos gitanos. El ganador, por su parte, añadió ingredientes como maracuyá o vainilla. «Yo pensaba que iba a competir con las de crema», aseguraba. En la categoría de los hosteleros triunfaron las tostadas del Amboto y el cóctel de la taberna Plaza Nueva. Finalizado el evento, algunos participantes retiraron sus tostadas. Otras quedaron sobre la mesa. «Que las pruebe el público, aquí no se tira nada».