El vodka causa la mayoría de los comas etílicos en menores: es «barato, suave y no huele»
El pediatra de Cruces Santiago Mintegi advierte de que las familias de niños de 13 y 14 años intoxicados por alcohol «necesitan ayuda»
Ainhoa De las Heras
Viernes, 13 de noviembre 2015, 02:53
Cada año, cerca de un centenar de menores ingresan en las urgencias pediátricas de los hospitales vascos con graves intoxicaciones etílicas y, curiosamente, «muchos de estos casos son por vodka», revela Santiago Mintegi, pediatra del hospital de Cruces y coordinador del Observatorio Toxicológico de la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría. El especialista intuye que los adolescentes eligen esta bebida por su alta graduación y su fácil accesibilidad, ya que «van a lo que van, a emborracharse». A su juicio, casos como el de la niña de 13 años que el pasado domingo por la tarde cayó en coma etílico tras ingerir vodka que había adquirido con sus amigas en un bazar chino de la calle Zamakola, en el barrio de La Peña, representan un «problema extraordinario, algo muy serio».
«¿Por qué no beben whisky, ni cerveza o vino?», se pregunta el médico. En opinión de Iván Fernández, hostelero de la noche en Bilbao, eligen esta bebida blanca «porque su sabor es más suave» y probablemente también por su precio. Según las amigas de la menor intoxicada en La Peña, compraron licor de vodka con naranja. En un supermercado de la capital vizcaína, se puede adquirir una botella de una marca no conocida por algo más de cuatro euros. Las firmas con renombre suben el precio a los 7, 9 o 12 euros, y también los grados, de 20 a 37,5, las más caras. Para Fernández, «a veces la calidad no depende de la marca, ya que una barata puede incluso tener un mejor destilado. Lo que las encarece es el marketing». El hostelero recuerda que «el vodka es conocido como la bebida de los borrachos porque no huele, no provoca halitosis, puedes tomarte una botella y que nadie se entere».
Botellón
El alcohol más consumido también va por modas. En la actualidad, en las barras de los pubs de Bilbao se pide ron y vodka, aunque también un nuevo tipo de licor de hierbas, de coco o de melocotón. Entre los menores, sin embargo, la ingesta de alcohol se produce en forma de botellón. Compran en supermercados, bazares u otro tipo de comercios y luego lo beben en la calle. No obstante, «para tranquilidad de las familias, aquí no han llegado las marcas de alcohol falsificadas que sí se dan mucho en Asia. Aquí no hay botellas de licor adulteradas».
Como tienen que regresar pronto a casa, ingieren grandes cantidades en poco tiempo para que se les pase antes el efecto, pero a veces no controlan las consecuencias, como le pasó a la menor de La Peña, que ingresó en Basurto y tuvieron que intubarla. El problema médico se soluciona en unas pocas horas, pero el despertar y la vuelta a casa resultan duros. «Los chicos necesitan ayuda, pero también las familias, muchos aitas no saben qué hacer, cómo afrontarlo», advierte Santiago Mintegi.
Según el pediatra, las medidas que el Gobierno vasco ha adoptado para frenar el incremento del consumo abusivo de alcohol entre los jóvenes «son acertadas, pero el efecto no puede ser inmediato, sino a medio-largo plazo». «Prohibido ya está», recuerda, por lo que, debe tratarse de una «iniciativa multiinstitucional, con personal sanitario, del ámbito educativo...».