El acusado del homicidio de La Peña alega que fue un accidente en su declaración ante la jueza
La testifical, que se tomó en la habitación de la unidad de lesionados medulares de Cruces donde permanece ingresado, se prolongó durante cinco horas
Ainhoa De las Heras
Sábado, 24 de octubre 2015, 22:36
Jorge Mateos, el acusado del homicidio de su exmujer, Leyre Rodríguez, de 34 años, el pasado mes de agosto en el barrio bilbaíno de La ... Peña, declaró ayer por primera vez ante la jueza que instruye el caso. La declaración se prolongó durante casi cinco horas, entre preparativos e interrogatorio, con un receso en medio. Comenzaron a las diez de la mañana y no terminaron hasta pasadas las tres y media de la tarde.
Se celebró en el hospital de Cruces, donde el sospechoso se encuentra ingresado desde que intentó suicidarse el 18 de agosto, diez días después del crimen, y se grabó en vídeo. Según ha podido saber este periódico, el acusado habría alegado, en un intento de exculparse, que lo que le ocurrió a su exesposa fue un accidente, no lo que se creía hasta ahora. La pregunta que surge inmediatamente es por qué no lo había dicho antes, por qué guardó silencio cuando se encontró el cadáver de Leyre y por qué cambió su declaración como testigo para admitir que sí estuvo en La Peña y, sin embargo, no aclaró lo del accidente.
Tras escucharle, la titular del juzgado de Violencia de Género número 2 de Bilbao no ha cambiado la situación del acusado. Sigue en prisión preventiva, decretada en un auto cuando despertó del coma en el que cayó tras pasarle un tren por encima. Jorge Mateos se mantendrá por el momento hospitalizado en una unidad para lesionados medulares.
Después de un intento frustrado hace semanas porque Mateos no se encontraba en condiciones para afrontar una testifical con garantías, la declaración de ayer, la primera como acusado, se celebró en la habitación donde está ingresado, delante de la jueza y de su equipo, del representante del Ministerio público y de los abogados de la defensa y la acusación particular, que representa los intereses de la familia de Leyre.
La chica, madre de dos niños y que se había separado hacía unos meses, fue encontrada muerta en una cuneta de la carretera BI-3723, que une los barrios de La Peña y Buia. En un principio, se creyó que podía tratarse de un atropello con fuga, aunque se descartó. Las lesiones que presentaba el cadáver despertaron las sospechas de los agentes de Atestados de la Policía Municipal de Bilbao y de los forenses. Se inició entonces una investigación en la que han colaborado agentes de la Policía Judicial de la guardia urbana y de la Ertzaintza.
El ADN en el coche
La autopsia practicada al cadáver en el Instituto vasco de Medicina Legal concluyó que la mujer había muerto a causa de las lesiones provocadas en el arrollamiento, que no se produjo por embestida, como la mayoría de los accidentes de este tipo. Los forenses aportaron un dato fundamental para el caso: el cuerpo presentaba golpes en la cabeza que probablemente habían sido realizados con anterioridad al atropello con un objeto contundente.
Los investigadores sospechan que el homicida la golpeó mientras ambos se encontraban en la vivienda de Leyre, en el barrio de Ollargan, donde se hallaron restos de sangre, y que después la trasladó envuelta en una alfombra, probablemente inconsciente, hasta el coche, donde la metió en el maletero, hasta el lugar donde supuestamente simuló un atropello. Una de las pruebas fundamentales que señalan a Mateos como principal sospechoso del crimen es el ADN de la mujer hallado en los bajos del coche y en el maletero, además de otras evidencias que le sitúan en la vivienda de Leyre aquella tarde.
Un fleco aún por aclarar es si el joven detenido como supuesto cómplice intervino o no en los hechos. El chico declaró que Jorge Mateos le había ofrecido dinero por ayudarle a «cargarse» a una mujer que le estaba dando problemas.
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