200 taxistas colapsan el centro de Bilbao para pedir más control sobre los VTC

«Están trabajando en unas condiciones ilegales. Nosotros necesitamos control de todo y ellos, de nada», se quejaba uno de los manifestantes haciendo alusión a este tipo de vehículos. Y es que desde el aterrizaje de Cabify en Bilbao hace dos meses y el de Uber en 2019, los taxistas vizcaínos asisten con preocupación al «deterioro» de sus condiciones de trabajo, motivadas, denuncian, por las «ilegalidades manifiestas de dichas empresas». Desde el colectivo piden a las autoridades que las inspecciones a las VTC tengan «el mismo grado de exigencia» que las que se realizan a los taxistas. «Solo queremos trabajar en las mismas condiciones, pedimos que los gobernantes hagan su trabajo», reclamaban mientras avanzaban lentamente entre una colosal pitada.

La protesta, que tenía previsto alargarse hasta las 15.00 de la tarde, también incluye el «no» a la «liberalización arbitraria de horarios y la apertura unilateral de taxímetros» por parte de las instituciones. Esto es, el rechazo a que los taxis puedan trabajar en cualquier horario y que las autoridades decidan bajo qué condiciones deben poner en marcha el taxímetro sin antes negociarlo con los conductores.

El colectivo también ha solicitado que cada conductor se pueda unir a la app Taxi Bilbao de forma «voluntaria». La aplicación se puso en marcha la pasada primavera y funciona de manera similar al resto de plataformas: permite que los usuarios puedan saber el precio de la carrera con anterioridad y, así, optar por la tarifa más barata. Una vez terminado el viaje, los pasajeros pueden elegir entre pagar el importe marcado por el taxímetro o la previamente contratada. Los conductores, sin embargo, no están de acuerdo con la adhesión obligatoria de todos los taxis y piden un cambio en la Ordenanza Municipal del Taxi para que cada uno pueda decidir si ofrecer sus servicios por esa vía. Además, consideran que deberían revisarse las tarifas con «subidas automáticas anuales según el IPC».

No es la primera protesta que protagonizan los taxistas de Bilbao a raíz de la irrupción de los VTC. Borja Musons, presidente de la Federación Vasca del Taxi (FVT) ya mostró su malestar hacia la incorporación de Cabify en la ciudad. Una empresa que, a su parecer, supone «una amenaza» y actúa «sin autorización para ofrecer servicios urbanos». A pesar de compartir sus reivindicaciones, esta vez la FVT, la mayor representante del sector en Euskadi, ha decidido no sumarse a la protesta. Según han explicado en un comunicado, consideran que la movilización de ayer carecía de «eficacia y recorrido legal» y esperarán a la expiración de la moratoria de licencias, prevista para mayo de 2026, para movilizarse.