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1.800 kilos menos de basura en la playa de Barrika
Redes, cuerdas y plásticos predominan durante la primera de las tres recogidas organizadas por Goazen UP en Uribe Kosta con motivo del Día Mundial de los Océanos
El mar, convertido en el gigantesco vertedero de una humanidad cada vez más numerosa y destructiva, pide ayuda a gritos. Mientras una isla de residuos ... que triplica el tamaño de Francia se mueve al son de las corrientes del Pacífico, Azti ya ha localizado basura en el estómago de un buen número de aves del Golfo de Bizkaia. Nuestra costa no se libra de la plaga. Por eso, EL CORREO ha participado este viernes a la mañana en la primera de las tres sesiones de limpieza organizadas por la asociación de Plentzia Goazen UP, – hacen deporte, ayudan a gente con diversidad funcional y organizan campañas de limpieza– con la colaboración de Amarratz Surf Taldea y la Agencia Vasca del Agua, entre otros.
La de este viernes, en la playa de Barrika, muy expuesta al viento y a las corrientes, era la jornada más dura, según explicó el organizador, Aketza Sánchez, activista antiplástico. Natural de Berango, cuando tenía 25 años y trabajaba como socorrista en Aizkorri empezó a concienciarse del problema de los plásticos. En el 2000 participó en 'Supervivientes'. Fue finalista y ganador del público. Después fundó una empresa de multiaventura, y en 2012, sufrió una grave lesión haciendo surf en Plentzia. Los médicos pensaban que no volvería a andar y logró recuperarse. Ahora, es activista medioambiental. Cree que la mejor solución es actuar desde lo local. Que cada uno se ocupe de su entorno más cercano.
«La Diputación limpia las playas, pero esta no tiene esa consideración», decían algunos voluntarios. Es de complicado acceso, y para llegar a la cala más cercana a Meñakoz hay que saltar por varios escollos. Una vez allí, una recuerda por qué vinieron a grabar aquí la serie más famosa de todos los tiempos. Las olas han lamido las rocas formando esculturas imposibles y otras se adentran cual colas de dragón en la orilla brava.
Pero hay basura, así que los voluntarios, – más de 120, llegados desde los pueblos de Uribe Kosta, Bilbao y otros puntos de Bizkaia– con un chaleco fosforito y un guante cada uno, nos dividimos en cuatro grupos, cada uno con distintos «jefes», para realizar rutas de diferente grado de dificultad. Nos ataviamos con un chaleco fosforito y nos repartimos en parejas, cada uno con una bolsa, la amarilla, para residuos reciclables, y la negra, para los no reutilizables.
A la llamada han acudido personas de todas las edades. Miembros de asociaciones como Sortarazi, de Leioa, y mucha gente joven, sobre todo, chicas. Como la cuadrilla de Josune. Son cuatro veinteañeras de Santutxu, Zorroza y Cruces que están de vacaciones y piensan acudir también a las jornadas de limpieza de mañana y pasado. Habían llegado hasta allí con Olga, la madre de una de ellas. «Como ellas venían y las traía, pues yo también me he animado. Solo lo había hecho hace muchos años, en un campo de trabajo en Francia. Estuvimos 20 días limpiando el mismo río». La mayoría de los voluntarios fueron convocados por amigos, por las redes sociales...
Eran las doce y había dos horas de plazo para limpiar. El destartalado acceso al arenal, con un tramo de escaleras impracticables, solo fue el primer reto. Había que hacer un especial hincapié en las rocas. Por ejemplo, allí los moluscos habían crecido, y muerto alrededor de lo que parecían dos piedras pómez. Había cuerdas de pesca gigantecas de todos los colores que se desintegran y se convierten en microplásticos que había que arrastrar hasta el parking con mucho sudor, y muchísimas atascadas y enredadas en las rocas, que era imposible retirar a menos que se tuviera a mano un cuchillo de carnicero. Además, redes de pesca a tutiplén, un neumático de camión....
Este sábado, en Gorliz y el domingo, en Plentzia
Hubo residuos que tuvieron que quedarse, como las cuerdas imposibles de desarrancar de las entrañas de los roquedos o una boya 'made in La Coruña' que llevaba años atascada allí, y hubo que dejarla hasta que se moviera la roca. Pero salieron sacos y sacos de tapones de plástico, botellas, restos de juguetes, tapas de yogur, tapas de tuppers y microplásticos. Tras dos horas de labores, – más otras dos de la gente con más fuerza de la organización, que arrastraron cuerdas de más de veinte kilos– el balance ha sido de 1.800 kilos de basura recogida, de los que una tonelada eran plásticos.
Este sábado, Gorliz toma el testigo. La iniciativa arranca a las 11.00 horas en el aparcamiento de Astondo, donde se harán distintos grupos. Unos por tierra y otros por mar se encargarán de adecentar los rompientes hasta Billano y las rutas hasta el faro. El domingo será el turno de Plentzia. Quienes quieran tomar parte deben estar listos a las 11.00 horas en la plaza del Astillero, y también habrá dos equipos: el marítimo y el terrestre. Participarán, por ejemplo, voluntarios de la asociación Gaude.
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