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Un soldado muestra a una visitante cómo funciona una cámara de visión nocturna.

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Un soldado muestra a una visitante cómo funciona una cámara de visión nocturna. FERNANDO GÓMEZ

Una misión militar con final feliz

1.200 vizcaínos visitan en Mungia el acuartelamiento para conocer la labor del regimiento de infantería Garellano 45

Sábado, 2 de junio 2018

«El coronel Prada ha ordenado que haya sol y hace sol», bromeaba el suboficial mayor José Ignacio Urbaneja, encargado de guiar a los visitantes por el recorrido preparado para dar a conocer el acuartelamiento de Soyeche, en Mungia, que ayer festejó el Día de las Fuerzas Armadas con una jornada de puertas abiertas.

Más de 1.200 personas, la mayoría de Bizkaia, acudieron a las instalaciones donde se ubica el regimiento de Infantería Garellano 45. Subirse a un carro lanzamisiles, visitar el puesto de mando con sus sistema de transmisiones o practicar tirolina con la protección de un arnés fueron algunas de las actividades que se podían llevar a cabo, además de conocer la historia de esta unidad militar, destinada en Bizkaia desde finales del siglo XIX: en 1886 en Orduña, un año después en Bilbao y en Mungia desde 1981.

La visita al recinto reafirmó en Ibai, un escolar de 12 años de Gaztelueta, su vocación. «Quiero ser militar, del cuerpo de 'paracas' o de Infantería de Marina», comentaba con una determinación que dejaba pasmados a sus amigos Alfonso, Cosme y Gonzalo, quienes planeaban su futuro laboral por derroteros civiles, pese a que disfrutaron de lo lindo conociendo de cerca los vehículos y materiales que conforman el día a día de una misión del Ejército.

El suboficial mayor les explicaba que el regimiento Garellano -conocido con el sobrenombre de 'El Bizarro' desde la tercera Guerra Carlista-, está presente desde 2006 en misiones internacionales de paz. Los destinos hasta ahora han sido Bosnia-Herzegovina, Kosovo, Afganistán, Líbano y Mali. En estos momentos, están dedicados en cuerpo y alma a preparar a militares que, en otoño, irán a Irak para participar en el adiestramiento de soldados autóctonos. «Una unidad se está entrenando ya para esta tarea. Estas prácticas se hacen en inglés», detallaba.

El teniente Zacarías, vecino de Leioa, será uno de los que partirá hacia Irak. «Me lo tomo como un reto profesional», comentaba este joven vizcaíno que ha optado por la carrera militar. Después de tres años de preparación en Zaragoza y dos en Toledo, está feliz con su destino en su tierra. «A mi familia le sorprendió que quisiera ser militar, pero se lo tomó bien», comentaba. ¿Y los no allegados? «Bueno, de unos años a esta parte las cosas están cambiando aquí».

En su contexto

  • Desde 1886 el regimiento de Garellano está presente en Bizkaia. Primero en Orduña y Bilbao y, desde 1981, en Mungia

  • Misiones internacionales Desde 2006 participa en misiones internacionales de paz en Bosnia-Herzegovina, Kosovo, Afganistán, Líbano, Mali e Irak

Entre los visitantes, el delegado del Gobierno en el País Vasco, Javier de Andrés, y la subdelegada en Bizkaia, Covadonga Aldámiz-Echevarría, con quienes ejerció de anfitrión el jefe del acuartelamiento, el coronel Carlos Prada Larrea, el mismo que 'orden' que saliera el sol. La mañana luminosa y cálida permitió disfrutar de las exhibiciones al aire libre, como el simulacro de 'reconocimiento de un itinerario', que dirigió el teniente Del Barco.

Consistía en mostrar cómo una patrulla se adentra en una zona peligrosa para conocer si hay algún artefacto explosivo improvisado. Y sí, había uno y, además, cuatro insurgentes les tendieron una emboscada, que provocó un herido. Como era una ficción, el lesionado se recuperó estupendamente en la cantina del acuartelamiento con la degustación de un sabroso plato de paella. Ojalá todas las guerras fuesen así.

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