Un viaje único a la guarida de los lobos
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Ocho suscriptores de EL CORRE0 conocen los espacios privados del Surne Bilbao Basket en un recorrido guiado por las entrañas de MiribillaJosé Félix Cachorro
Bilbao
Lunes, 12 de mayo 2025, 19:39
Día de partido de Miribilla, cita importante a las doce y media. Una hora antes, ocho personas llegan al pabellón municipal dispuestas a disfrutar de una aventura. Son Tamara Eizmendi, Óscar Cuenca, Jon y Mailen Sagastigordia, Iñigo Portilla, Begoña Landa, Josu Morales y su hijo Unai. EL CORREO les ha convocado para explorar terreno vetado en un viaje por los espacios más secretos del Surne Bilbao Basket. El periódico ha reunido a estos ocho suscriptores para que conozcan los lugares en los que los hombres de negro preparan sus batallas, lloran las derrotas y celebran sus victorias, adonde nadie ajeno al equipo puede acceder.
La primera parada es la sala de prensa, por la que han pasado entrenadores y jugadores de multitud de clubes y países. Ejerce de cicerone Juan Amezola, empleado del club, que anima a sentarse donde comparecen los protagonistas ante los medios de comunicación. Se rompe el hielo, surgen la naturalidad y la primeras fotos de la visita guiada. Unai, el benjamín del octeto, posa alegre mientras su aita le retrata para la posterioridad. «El partido ha sido competido pero hemos logrado una gran victoria», proclama Jon desde el asiento central y provoca una sonrisa generalizada. El espontáneo 'coach' tiene experiencia en el basket por su pasado como directivo en el Zornotza.
Tras la 'rueda de prensa', al túnel de vestuarios. En este punto, los convidados podrán chocar la mano con todos los hombres de negro cuando salten a la pista. La emoción domina al grupo, sobre todo a Unai, cadete del BSKBasauri. Los suscriptores han formado dos filas para facilitar el contacto con las estrellas. Tienen el privilegio de vivir algo único. Aparecen los jugadores del Coruña y se les saluda. Impera el fair-play.
Poco después, por un resquicio, se ve la liturgia del Surne previa a cada duelo. Brincos simultáneos, gestos de camaradería entre los jugadores antes de pisar el parqué. Se abre la puerta principal y los campeones de la FIBAEurope Cup salen al trote mientras aúllan porque forman una manada de lobos, el símbolo que representa esta temporada su espíritu colectivo. Fotos y vídeos a tutiplén inmortalizan esos segundos en los que se unen las palmas de los distinguidos visitantes con las de los baloncestistas de la mejor liga de Europa. Los invitados expresan en su rostro la satisfacción por haber sentido tan de cerca a los impresionantes hombres de negro.
Zona reservada
La siguiente etapa tiene como destino lo más profundo del refugio de las fieras. Antes, la gira se detiene en un pasillo decorado con carteles de los artistas que actuarán en el BilbaoArena: Amaral, Judas Priest, Fangoria, Miguel Bosé... Es el preámbulo al cuarto de los fisios, dotado de camillas y elementos donde los jugadores mejoran su estado físico. En una pared cuelgan los escudos de rivales que han competido en Miribilla: Fortitudo, Legia, Fenerbahçe...
Queda la guarida de los lobos negros, un vestuario donde cada taquilla está identificada con una foto-póster de su dueño. Los visitantes son informados de que no pueden tomar imágenes porque es un lugar especial para el equipo. En un panel se ha escrito 'ritmo', 'rebote' y 'posesión' en inglés, el nexo entre profesionales de 12 países diferentes, junto a signos en clave de las tácticas. Las zapatillas de Hlinason, pívot de 216 centímetros, sorprenden por su enorme tamaño. «Yo podría meterme dentro y remar», bromea uno los suscriptores.
Iñigo, vestido con un chándal con el logotipo del 25 aniversario Bilbao Basket, es socio del club desde los tiempos de Zorrozua en LEB2. A este aficionado le ha parecido «muy chulo el paseo por los entresijos de una actividad interesante. El choque de manos con los jugadores... Cualquier cosa entre bambalinas siempre mola muchísimo».
En un corredor estrecho en las entrañas del Bilbao Arena aguarda la última sorpresa: la mascota Armi se despide de los expedicionarios. Los ocho son acomodados a continuación a un par de metros de la cancha. Verán ganar a los suyos para sellar la permanencia en lo que fue un día inolvidable.
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