«No veo al Bilbao Basket en peligro de descenso. ¿Cómo se sale? Pico y pala»

- ¿Cuántas veces se ha imaginado el regreso a Miribilla?

- Un par de ellas como mínimo. Tampoco quería darle mucha importancia porque pensar en un partido a tres meses vista lo único que haría sería despistarte de lo que tienes por delante. Ahora lo veo como algo muy cercano y...

- ¿... y qué?

- Me hace ilusión. Vuelvo a la que ha sido mi casa cuatro años. Espero un partido complicado como todos los de la liga, más aún con un Bilbao que ahora mismo está en una mala situación. Para ellos es una buena oportunidad de darle la vuelta. Haremos todo lo posible para que eso pase a partir de la semana que viene.

- ¿Qué pasará cuando el 'speaker' diga en la presentación: 'Con el número 8, ¡Álex Reyes!'?

- Me imagino que habrá un aplauso. Estaré centrado en el partido. Quiero pensar que la bienvenida será agradable, amable. No es algo que me esté quitando el sueño y tampoco quiero pensar mucho en ello porque sería añadirme presión innecesaria.

- ¿Hay nervios, impaciencia, ganas de meter unos cuantos triplazos...?

- Hay ganas de ganar. Si con meter unos triples el partido se gana, pues genial; y si me voy a cero después de haber ganado, también. El objetivo es claro: ayudar a mi equipo a sacar una victoria de allí. Nos ayudaría mucho a asentarnos en los puestos importantes de la liga.

- ¿Fue difícil salir de Bilbao?

- Afrontaba una etapa nueva. Eran cuatro años en un mismo club y al salir no sabía qué me esperaba. ¿Qué sucedería? ¿Dónde encontraría un sitio? Todo eran incógnitas. Fue difícil despedirme de tanta gente y del club que me había tratado tan bien. No lo olvido. Guardo un cariño enorme a todos por una etapa maravillosa de mi vida.

- ¿Hubiera preferido seguir?

- Si la situación deportiva hubiese sido buena, o las condiciones adecuadas, por supuesto que hubiera valorado quedarme. Tampoco me paro a pensar en ello. Fue una etapa muy bonita a nivel deportivo y personal, pero está cerrada. Ahora estoy en otra en la que me encuentro feliz. No me sirve de nada mirar al pasado.

- No le va mal en el Manresa. Casi 20 minutos por partido en la ACB, un 35,5% en triples...

- Estoy muy contento. He encontrado otro lugar en el que puedo aportar muchas cosas al equipo. Tengo compañeros y entrenadores que confían en mí, saben lo que puedo dar en la pista para que el equipo gane. Es un nuevo desafío al que hago frente. De momento, la temporada nos va bien. Estoy muy feliz aquí.

- Visita a un Bilbao Basket en crisis. ¿Cómo lo ve?

- Cualquier equipo de la liga, con independencia de la situación en la que esté, es peligroso. Quien mejor que yo para decir que el Bilbao Basket es muy complicado de ganar en Miribilla. Ellos son conscientes de la relevancia del partido. Después de perder en Lleida, la mejor manera de reconectar con la afición y las buenas sensaciones es ganarnos a nosotros. No será un partido sencillo. Tendremos que hacer las cosas realmente bien para ganar allí.

- ¿Habla con gente de Bilbao, con sus antiguos compañeros y amigos? ¿Qué le dicen?

- Hablo con Ibon (Romero), Jon (Novo), Xavi Rabaseda... ¿Qué dicen? Que la situación no es sencilla y que varios partidos se han escapado por diferencias muy cortas. Desde la faceta de amigo intento transmitir que la temporada es muy larga. Todos atravesamos por malos momentos y situaciones adversas. La liga da mucho de sí. Al Bilbao Basket siempre le deseo lo mejor y que salga cuanto antes de esta situación, pero a partir del domingo.

- En su época también pasaron por malos momentos, hasta dramáticos. ¿Cómo se sale de esta?

- Pico y pala. No hay otra. Todos los equipos tienen los objetivos claros y más los que somos los humildes de la liga. Como no te partas la cara con todos, no sacas partidos. Mi primera temporada en Bilbao fue complicada. Sufrimos hasta el último día, con el agua al cuello, sin acabar de ver la luz al final del túnel. Esta situación sería preocupante en mayo, pero no estando en diciembre y con tanta liga por delante. Hay que trabajar a diario y no dejar de tener presentes los básicos de cada equipo. Quedan cinco meses de competición y las cosas pueden dar muchas vueltas.

- ¿Ve al Bilbao Basket en peligro de descenso al final del año?

- Sinceramente, no veo al Bilbao Basket en peligro de descenso. El equipo que tiene es más que suficiente para librarse e incluso pelear por un buen puesto en la clasificación. Ojalá que sea así. Lo último que quisiera es que el Bilbao Basket perdiera la categoría. ¡Les deseo lo mejor!

- Son dos equipos diferentes. ¿Qué perfil tendrá el partido?

- Me encantaría un partido de ritmo alto. Nos beneficiaría.

- Correr, correr y volver a correr.

- Hasta acabar extenuados. Es el baloncesto en el que nos encontramos a gusto. El Bilbao Basket tendrá sus armas y sabe cómo jugamos. Ahí es donde va a entrar la dureza mental de cada equipo, la concentración. Nosotros queremos un partido de ritmo, de defensa, de muchas posesiones.

- ¿Firma una actuación estelar suya y victoria del Bilbao Basket?

- No. Lo siento. La victoria que se venga para Manresa y, si hace falta, que Álex Reyes pase desapercibido. Los colores ahora son el rojo y el blanco. Es lo prioritario.

- ¿Cómo va a acabar la película de esta temporada?

- Será bonita y dura a la vez. Hay muchísima competitividad, tanto por arriba como por abajo. Puede ser un año en el que veamos a los Unicaja y Valencia pelear contra los grandes como Real Madrid y Barcelona. Abajo va a haber una batalla por escapar cuanto antes. Y en la zona media habrá mucho tomate. Esto no deja de ser un espectáculo y es bonito para el aficionado. Da riqueza a la liga.