Toca disfrutar tras el deber cumplido
La liga se acerca a su fin y las sensaciones en todo el entorno del Bilbao Basket son diametralmente opuestas a las que se vivían ... hace un año. Hoy el equipo bilbaíno puede soñar incluso con el play-off por el título, ya que empata a 16 victorias con el octavo, el UCAM Murcia que tiene un partido menos. Hace un año, los de Mumbrú habían logrado la mitad de triunfos que este curso y se presentaban al sprint final en descenso.
Todos sabemos el sufrimiento que supuso salvar la categoría de manera agónica y por eso debemos valorar todavía más el éxito actual. Porque la holgada situación en la que el Bilbao Basket afronta la recta final no puede calificarse sino como éxito. Las cinco derrotas consecutivas que estrenaron la temporada no hacían presagiar la situación actual, pero las acciones correctivas que se fueron impulsando, tanto sobre la cancha como en los despachos, han dado el mejor fruto posible.
No ha habido tantos cambios en el plantel dirigido por Mumbrú, pero los que han llegado con el curso empezado han aportado mucho al grupo. Damien Inglis es, sin duda, el mayor exponente. El interior francés ha explotado su poderío físico y su buen juego de pies para llegar a ser el segundo jugador más valorado de la plantilla, y ha sido decisivo en muchos encuentros. Sin tanto ruido estadístico, pero siendo un complemento muy importante en ambos lados de la cancha, David Walker sustituyó a un Bigote que no dejó malos números en su fugaz paso por Bilbao. El alero norteamericano se ha acoplado bien al equipo.
Pero, más allá de los cambios de jugadores, la mayor evolución se ha dado en el juego del equipo. Tardaron en llegar las primeras victorias, pero con ellas llegó la confianza necesaria para seguir progresando y obtener frutos.
El sufrimiento que supuso salvar la categoría de manera agónica concede aún más valor al éxito
En un baloncesto moderno en el que la línea de tres puntos se ha convertido en la panacea, este Bilbao Basket es el cuarto equipo que menos recurre a este lanzamiento, pese a ser también el cuarto mejor en porcentaje de acierto. La traducción clara de estas dos estadísticas es que los de Mumbrú quizá seleccionan mejor sus tiros de tres que los rivales, con el consiguiente aumento del nivel de efectividad. Goudelock, Hakanson, Reyes, Masiulis, Rafa Luz, Rousselle… Todos están lanzando con un nivel de acierto más que interesante, pero sin hacer del triple el único y necesario recurso. Precisamente otra estadística combina muy bien con esta, y es que el Bilbao Basket es el cuarto equipo de la liga que más canastas de dos puntos anota por partido. Mirando la nómina de mejor valorados del equipo vemos a Delgado, Inglis y Withey compartiendo los cuatros primeros puestos con Goudelock, síntoma inequívoco de la exitosa apuesta de Mumbrú por el juego interior.
Y si antes destacábamos a Inglis, mención aparte merece Ángel Delgado. El MVP del equipo se ha colocado entre los diez jugadores más valorados y es el máximo reboteador de la competición. El pívot dominicano ha demostrado que su portentoso físico y su todavía mayor intensidad en cada jugada le convierten en un jugador determinante, pese al tantas veces comentado lastre de su escaso acierto en los tiros libres.
Toca ahora disfrutar de esta última 'txanpa' del curso, con la tranquilidad del deber cumplido, la ambición de poder dar la campanada ante Barça y Betis, y seguro que pensando ya en la confección de la plantilla para el próximo curso, reto siempre muy complicado cuando la tesorería del club no pasa por ser la más boyante.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión