Petrasek deja una bandeja ante el Unicaja. Daniel Pérez

Al Surne aún le falta para ser un equipo

Análisis ·

El Bilbao Basket todavía necesita conocimiento mutuo, encaje entre los jugadores nuevos y los antiguos, que la defensa se endurezca y sincronice y la puntería mejore

Robert Basic

Bilbao

Lunes, 6 de octubre 2025, 01:00

Al Surne se le vieron las costuras en su debut liguero frente al Unicaja en Málaga, donde se confirmó la percepción alimentada durante la pretemporada ... de que aún le falta para ser un equipo y un conjunto armonizado en sus movimientos y posiciones. Los hombres de negro siguen inmersos en el pleno proceso de construcción como consecuencia lógica de un período de preparación carente del material humano necesario que obligó al cuerpo técnico a trabajar con un limitado número de efectivos. Así llegaron al Martín Carpena los hombres de negro, verdes y desajustados, un puzle en el que deben encajar todavía las piezas nuevas y las antiguas, necesitado de una mayor dureza defensiva y de más acierto en el tiro.

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Nada más consumarse la derrota en Málaga, tal vez excesivamente abultada de acuerdo con lo visto en la cancha –perder de 18 no era del todo justo para un Surne que trabajó bien sobre todo en el primer y el tercer cuarto–, las sensaciones en la expedición vizcaína eran compartidas. Todos coincidían a la hora de señalar que necesitaban más tiempo para acoplar todos los elementos en el engranaje del entrenador Jaume Ponsarnau. Incluso el propio técnico aludió a esta premisa en su comparecencia posterior al duelo, en la que subrayó que sus hombres intentaban «conectarse para jugar en la misma página». Una forma elegante de decir que el conocimiento mutuo aún está en porcentajes bajos, al igual que el pobre 26% acreditado en triples, el 48% en lanzamientos de dos y el indigesto 64% perpetrado en tiros libres.

Más allá de la cuestión del acierto, un aspecto clave si se pretende cultivar un baloncesto rápido y con muchas posesiones rematadas con tiros desde los 6,75, la defensa también tiene que endurecerse y sincronizarse. Ante el Unicaja se vieron varias situaciones de desajustes que costaron canastas y algunos de los especialistas en las labores de contención también tuvieron despistes y no apretaron todo lo que convenía a los andaluces.

No todo fue malo

Pero no todo fue malo en la derrota contra el gigante verde porque hubo señales positivas que permiten creer en un futuro mejor. Se vio que en las filas del Bilbao Basket hay talento, puntos, mimbres y gente capaz de hacer grandes cosas, solo a expensas del desarrollo natural de un grupo de jugadores pendiente de convertirse en un equipo. Darrun Hilliard es el faro que debe guiar a los hombres de negro en los momentos de zozobra, Hlinason es un seguro de vida, Pantzar y Frey –hicieron un mal partido– son dos bases con clase, Petrasek amenaza y ejecuta, Krampelj promete... Y cuando Jaworski ajuste la puntería será letal.

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Pero la ACB no espera a nadie y el proceso de engranaje y acople debe demorarse poco en el tiempo. El domingo llega a Miribilla el Burgos y es uno de esos partidos marcados en rojo en el calendario de los hombres de negro, que sueñan a lo grande.

Hilliard tuvo calambres y se espera que juegue contra el Burgos

Las alarmas se encendieron en el último cuarto del partido en Málaga cuando Darrun Hilliard salió cojeando de la cancha con la ayuda de uno de los miembros del 'staff' del Surne. Jaume Ponsarnau indicó después que no parecía «nada serio» y todo apunta que así será porque el alero fue víctima de unos calambres que le impidieron seguir jugando. Salvo que las pruebas detecten algún problema físico, el tirador de Pensilvania debería formar parte del equipo de cara al choque del domingo contra el Burgos en Miribilla (18 horas).

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