El RETAbet inicia un viaje a lo desconocido

Pero no es algo que les pille por sorpresa a los hombres de negro. Todo lo comentado un año atrás en su rereso del infierno de la LEB con el escudo aún humeante adquiere idéntico curso legal. Por el camino vivimos unos meses extraordinarios y como tales hay que tomarlos. Fuera de lo normal. Lo que esta noche comienza en el Gran Canaria Arena es un itinerario en el que habrá que andar con mil ojos, cubriéndose las espaldas unos a otros porque no sería ningún demérito que las dudas provocaran tropiezos en la puesta en marcha.

Dice Mumbrú que hubiera necesitado un par de semanas más para sincronizar mejor a sus hombres. Prevé que habrá falta de ritmo, que seguirá siendo extraño no brindar el trabajo, «el show» para el público en directo «porque el baloncesto está hecho para la gente». Y a la vez sabe que sus jugadores competirán. Lo contrario sería una monumental sorpresa. No tiene que ver con el resultado. Es la sensación, la constatación de que el ADN que inoculó a la franquicia como jugador y entrenador sigue en la médula de los hombres de negro. Desde la premisa de no hacerse trampas al solitario, al contrario, pide que nadie imante sus brújulas, siempre apuntando a la salvación, a hacer montoncito cuando se pueda. Y hoy puede hacerse con la primera ración, aunque la lógica proyecte sobre el Herbalife el sello indeleble de ser el favorito. La llegada a su banquillo de Porfirio Fisac y el relevo en la dirección deportiva han hecho que el club canario se haya destacado en el mercado en la cola de los escaparates más vistosos. Energía de Euroliga en varios casos para paliar el desasosiego de no jugar la Copa y entrar en la Final a 12 sólo por la elasticidad extra que se dio a la línea de corte.

Tomeu Rigo estuvo a punto de convertirse en el primer descarte de la jornada inaugual. Se comió, literalmente, un golpe tremendo en el entrenamiento del miércoles y sus huesos nasales acabaron hechos fosfatina. Le ha llegado a tiempo una máscara protectora y la mostraba antes de partir en las redes sociales emulando uno de los himnos de Loquillo, 'Feo, fuerte y formal'. Es bueno que el humor no deserte cuando vienen mal dadas.

Los grancanarios han llevado una pretemporada in crescendo y la culminaron con su victoria más importante, a domicilio en Málaga frente a Unicaja (75-83). Ganaron también al vecino tinerfeño (73-76) y al Estudiantes (83-94) y cayeron ante el Iberostar (84-86) y Fuenlabrada (90-87). A los supersticiosos les ronda un precedente negativo por la cabeza. Los cuatro últimos entrenadores de los claretianos claudicaron en su primer partido de Liga, coincidencia que afectó a Aíto, Casimiro, Maldonado y Katsikaris.

Del potencial del anfitrión, Álex Mumbrú rescata el sello de Fisac. «Da carácter y dinamismo a sus equipos, es diferente. Plantea un ritmo alto desde la defensa y la velocidad en la transición. Tiene dos bases (Ferrari y Albicy) que controlan muy bien el juego que les interesa, un gran juego interior y a Okoye en el tres que ha pasado de no contar a ser importante, como cuando le tuvo en Zaragoza». La clave para los suyos, innegociable: «Tenemos que hacer saltar chispas para ser competitivos».