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Manu Cecilio

PAOK 84-82 Bilbao Basket

Un equipo hecho de fe y sueños

Los hombres de negro hacen historia en el infierno del PAOK, donde jugaron con el corazón y abrazaron el título y la eternidad

Miércoles, 23 de abril 2025

Dijeron que iban a por la gloria. La tienen. Dijeron que harían historia. La han hecho. Dijeron que no tenían miedo. No lo tuvieron. Dijeron ... que era posible. Y lo era. Dijeron que estaban preparados para sufrir. Y sufrieron. Dijeron que soñaban con regalar a su ciudad y a Bizkaia un título continental. Que preparen las vitrinas. Dijeron tantas cosas y todas ciertas hasta convertir un sueño en realidad. A veces pasa si se cree, y el Bilbao Basket fue el más creyente de todos. En un infierno de cancha, soportó todo, aguantó al PAOK, al público, a los árbitros y levantó el trofeo de la FIBA Europe Cup. Es suyo, eterno, como ellos, inmortales, un equipo puro corazón hecho de fe y carácter. Perdió de dos y la renta de siete fue un tesoro inmedible.

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Después de siete meses de competición, 10 rivales, 19 partidos, casi 40.000 kilómetros recorridos y varios milagros obrados, el último ante el Dijon, el Bilbao Basket llegó a su cita con la historia. Fue la número 20, momento de la verdad, y permanecerá para siempre en el recuerdo de un club humilde y de su fiel afición, que vio a los suyos quedarse con un trozo de cielo de Salónica. Allí abajo, en el parqué, estaban los hombres de negro cara a cara con el PAOK, miradas inyectadas en sangre, con los nervios a flor de piel y la cabeza viajando a mil por hora, esquivando papeles que no paraban de caer. Evadirse del entorno, de un envoltorio impresionante, en nada comparable a los demás, una pasión que va más allá del juego y del baloncesto, alojada en las vísceras, constituyó una prueba bíblica para los vizcaínos. Sobrevivivieron en una caldera, con una temperatura ambiente extrema, un reto solo apto para corazones hechos de acero. Y el acero resistió en el PAOK Sports Arena junto porque estaba hecho de sudor, sangre y lágrimas. De felicidad.

PAOK matecoMinPVALT2T3TLRDROASFREC/PER
Jacob Grandison12:5813163/32/31/132
Cedric Henderson Jr 26:06873/50/42/32255/3
Devonte Upson 15:21582/21/21151/1
Jakob Forrester22:20582/31/252
Dimitrios Katsivelis20:55982/30/35/6234/1
Konstantinos Papadakis05:27300/11/411/
Frank Bartley 34:2417132/92/47/833132/3
Shavar Reynolds 31:4112173/60/46/65183/2
Jackson Kreuser 30:4812152/42/52/241332/2
Equipo120/0
TOTAL200849519/367/2725/30231320286/12
Bilbao BasketMinPVALT2T3TLRDROASFREC/PER
Harald Frey 29:0417131/34/83/3133/2
Muhammad-Ali Abdur-Rahkman 20:491061/22/72/22353/6
Ruben Dominguez09:38321/10/11/1
Thijs De Ridder 29:458103/70/12/332221/
Tomasz Gielo10:158121/22/2311
Bassala Bagayoko01:25211/
Marvin Jones 17:04641/24/6313/4
Melwin Pantzar29:1317134/71/36/71331/3
Xavi Rabaseda07:25111
Zoran Dragic 23:51681/23/4324/1
Tryggvi Hlinason16:067112/43/4523/1
Amar Sylla05:25-12/1
Equipo240/0
TOTAL200828714/2810/2424/3023817276/18

Como era de esperar, el partido se retrasó unos minutos porque había que limpiar la pista de cientos de kilos de papel. Cuando el balón echó a volar, el Bilbao Basket se disfrazó de lobo. Nada de arrugarse en la guarida infernal, de empequeñecerse, sino que enseñó los colmillos y empezó a morder. Fuerte, con gusto por la sangre, caliente y sabrosa. La probó Harald Frey con un señor triplazo que abrió el marcador. El dios noruego, héroe de la noche. Se relamió el base, que poco después volvió a repetir experiencia. Y otra vez. Hasta parar el contador en 17 puntazos, al igual que un sideral Pantzar. El trío árbitral dio miedo pronto porque antes de cumplirse los cuatro minutos del partido, el Surne cargaba con cinco personales. El PAOK estaba con una. Era algo con lo que había que contar y bregar, además de tragar sapos en forma de pasos dudosos y faltas en ataque inexistentes.

Trabajo coral

El PAOK se puso por delante con una canasta de Kreuser (14-13), pero Pantzar se encargó de devolver el golpe y junto con Hlinason se encargó de cerrar el primer cuarto con un buen empate a 24. Las cosas iban bien, con el equipo valiente y enchufado, concentrado en la pista y no en la grada. Apareció en el segundo cuarto un inconmensurable Gielo con ocho puntos –dos triples y una canasta de dos– para distanciar a los hombres de negro. Les puso a ocho (25-33) y obligó a Massimo Cancellieri a pedir el tiempo muerto. Había nervios en el bando local, que se dio cuenta de que el Surne no le temía ni a él ni a su público. Frey martilleaba desde la línea mágica, Dragic se sumaba a la causa y Pantzar comenzaba a gustarse. Los hombres de negro defendían con el alma, con lo que tenían, y así dejaron al PAOK en 15 puntos en el segundo período. Reynolds no bastaba para hacer daño a un Bilbao Basket que volaba. Se puso 11 arriba (34-45) y se fue a los vestuarios con un +10 (39-49). Mejor dicho, la renta era de 17 puntazos. Y no había nada hecho.

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PAOK mateco

Bilbao Basket

Tiros de 2

19/36Intentos14/28

(52.78%)% Aciertos(50%)

Tiros de 3

7/27Intentos10/24

(25.93%)% Aciertos(41.67%)

Tiros libres

25/30Intentos24/30

(83.33%)% Aciertos(80%)

Rebotes

36Total31

23+13Defensivos+Ofensivos23+8

Tapones

3Realizados3

Balones

12Pérdidas18

6Recuperaciones6

OTROS

20Asistencias17

28Faltas Personales27

Carácter

El Bilbao Basket se vio 10 abajo en el último cuarto, pero no se hundió y regresó para ser campeón

El mal momento llegó en el tercer cuarto. En dos minutos y medio, los hombres de negro estaban en el bonus. Bienvenidos a Grecia. Tardaron casi cuatro en anotar, crisis que rompió Pantzar con un triple desde Estocolmo. El PAOK se había puesto a cinco (44-49), pero el sueco les alejó a ocho. Había que remar más que en La Concha. Los de Salónica olieron sangre y fueron a por ella. Tocaba aguantar y superar el bache. Kreuser hacía daño y también Bartley, quienes fabricaron un parcial de 16-5 para ponerse por delante (55-54). En el bando bilbaíno todos los puntos eran de Pantzar. Luego ayudaron Ali y Jones para llegar al último período dos abajo.

A falta de 4'38, el PAOK empató por primera vez la final con un triple de Kreuser (74-67). Se fue de diez (77-67). El Surne solo había metido 18 puntos en 17 minutos de la segunda parte, y aún así regresó de entre los muertos para volverse inmortal. Un triplazo de Frey a falta de 53 segundos fue el maná que anunció la gloria, que viaja rumbo a Bilbao.

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