«Hay un problema de actitud que nos ha llevado a no estar donde podíamos»
El belga dice que «los que mandamos en el vestuario somos muy conscientes» de una primera vuelta en la que se ha visto al equipo bajar los brazos, «lo que no puede volver a pasar»
j. m. cortizas
Sábado, 28 de enero 2017, 01:42
Su verbo sereno poco tiene que ver con la ebullición de su torrente sanguíneo cada vez que está sobre el parqué. Pero siempre dice cosas ... interesantes. Axel Hervelle es el termómetro perfecto para leer cómo está el Bilbao Basket entre bambalinas. Un competidor nato, obsesivo, como él debe estar pasándolo mal en una temporada en la que los hombres de negro se han alejado de algunos de sus rasgos emblemáticos, tambaleándose incluso en ocasiones la actitud. Eso le revienta al internacional belga, que se encarga junto a Álex Mumbrú de poner la pilas a sus compañeros, en los que sigue confiando para sacar adelante la temporada con brillo y ambición por acceder a los play-off. Para ello, el equipo, «los jugadores», especifica, tienen que cambiar el chip.
¿Cómo está el equipo de puertas adentro?
Con ganas de ganar. Nos faltan cosas y estamos preocupados.
¿Les ha sorprendido la duración de esta racha negativa?
Sí. Es un bache importante y largo en el tiempo. Es una situación en la que no esperábamos estar y no queda otra que pelear.
¿Encuentran explicaciones?
Ha pasado muy rápido. Llevamos tiempo sin ganar y competir, aunque suene fuerte. Hemos tenido derrotas duras, la más dura Sevilla, personalmente la que más me dolió porque no contábamos con ella. Es lo que hay. Debemos trabajar, pelear y pensar en positivo.
Ha habido jornadas en las que el equipo ha bajado los brazos. ¿Cómo lo lleva un jugador como usted diseñado para pelear y competir?
Somos un equipo en lo bueno y lo malo. Hay que analizar las cosas. A nivel de imagen no hemos dado lo que una afición como la nuestra merece. Es lo que no puede volver a pasar y estamos intentando como jugadores, como individuos, corregir. Lo táctico es cosa del entrenador, pero todo lo demás somos los que mandamos en el grupo como Álex, yo y Javi los que tenemos que imponer, inculcar o educar a los jóvenes que vienen de fuera para no repetir esa mala imagen.
¿Está el equipo donde debe por calidad, talento y plantilla?
No lo sé. Empezamos con cuatro victorias y pensamos que nuestro sitio estaba entre los seis primeros y ahora estamos en tal posición que miramos para abajo. Me gusta el equipo, cómo está equilibrado, pero está claro que hay un problema de actitud que nos ha llevado a no estar en la situación que podíamos. Sigo teniendo fe en cambiar las cosas y competir al máximo nivel. Es mi ilusión personal como jugador.
¿Pudo hacer daño aquel 4-0?
Veníamos de una preparación muy difícil, con lesionados, jugadores fuera y cogimos un ambiente que nos hizo ganar cuatro partidos, lo que nadie esperaba. Eso nos pudo relajar y nos sacó de Europa porque el partido de Berlín, que teníamos ganado, fue crucial. Pero a nivel de imagen, y hablo sólo de jugadores, ha habido partidos en los que ha sido muy negativa. Eso no puede volver a pasar. Los que mandamos en el vestuario somos muy conscientes. Pero mantenemos la fe en hacer las cosas bien y estar en los puestos de play-off, que es un reto como había sido estar en la Copa y segunda fase de Eurocup, que no estamos. Hemos fallado en dos retos de la temporada y asumimos que hemos hecho las cosas mal. Y no podemos bajar los brazos porque detrás está la mejor afición de España y queremos devolver la confianza que tienen en nosotros.
¿Le cuesta a este grupo, más que a los de otros años, entender las cosas, la situación, dónde están?
No lo sé. No podemos repetir la actitud negativa de algunos partidos, es algo que tengo asimilado y los compañeros también. Para todo lo demás hay que luchar y demostrar que somos de Bilbao. Hay que morir en la cancha; se puede perder o ganar.
«El grupo reacciona»
Pero cuando se ponen como ejemplo y dan un golpe en la mesa, ¿sus compañeros reaccionan, les siguen?
El grupo reacciona, sí. Es un grupo joven, pero no hay que tomarlo como excusa. El grupo quiere ganar.
La escasa aportación de Nikolic le ha dejado solo como cuatro.
El de Danilo es un proceso normal. Un chaval muy joven que viene de fuera, sin su familia, le ha costado adaptarse. Hemos competido mucho, ha pasado el tiempo muy rápido y él no lo ha visto. Tiene que espabilar, no se puede decir otra cosa. Tiene calidad y talento y cuando lo demuestre lo notaremos. A nivel personal, asumo el trabajo que haga falta de cuatro o de cinco.
¿Se siente como esperaba tras parar en verano?
Me noto mucho más fresco, es algo que no había sucedido desde que tenía dieciocho años. Lo noto sobre todo a nivel mental, estás más limpio, aguantas mucho más. Mira a Jonathan (Tabu) el desgaste que ha traído y sólo tiene 29 años. El club tampoco ha sabido gestionar ese cansancio, aunque es verdad que casi no hubo tiempo entre el último partido del PreEuropeo y el inicio de la Liga. No estoy como me gustaría, no rindo al nivel que debería y asumo que debo mejorar mucho para ganar partidos.
Se han visto reproches en la cancha entre jugadores y casi siempre estaba en el asunto Buva.
Partimos de la base de que siempre decimos las cosas claras, no nos escondemos o callamos. Somos directos, es la filosofía del grupo desde el minuto uno, lo que decimos Álex y yo al grupo. Quizá pueda no gustar, pero somos honestos. Con Buva somos más exigentes porque conocemos su calidad.
¿Hay fe en lo que predica Duran?
Tiene su visión del baloncesto, del trabajo. Cuando se gana no se dice nada y cuando se pierde se pueden cuestionar las cosas. Los jugadores queremos ganar y lo único que focalizamos ahora es ganar el domingo. Queremos hacer lo que pide el entrenador y morir con él ganando.
El equipo está en tierra de nadie.
Somos muy conscientes de todo. Los dos últimos meses han pasado muy rápido. El partido de Estudiantes fue un fallo, el de Sevilla en casa otro fallo. Hay que ganar ya y el del domingo es un partido clave.
En el último partido en casa se escuchó algún silbido. ¿Piden mayor paciencia a su afición?
Llevo ocho años y nunca los había escuchado. Sólo les podemos dar las gracias por ayudarnos y estar siempre con nosotros. Si les parece que deben pitar, que lo hagan. Yo me voy a encargar con mis jugadores de que no lleguemos a ese punto de que se pueda pitar. Pero no le voy a pedir paciencia a nadie porque repito que tenemos la mejor afición, que siempre ha estado con nosotros en los malos o buenos momentos. Si ven cosas que no le gustan y quieren pitar me parece perfecto.
Llega un tramo de seis partidos que marcarán su camino: en casa Zaragoza, Fuenlabrada, Unicaja y Murcia y fuera Barça y Manresa.
Estamos en tal situación que sólo miramos al Zaragoza y tenemos que ganarle. No tenemos derecho de mirar a largo plazo. Sólo la obligación de ganar el domingo.
Las derrotas más severas, más que porque les dieron un baile, se debieron a que los rivales aprovecharon al máximo su debilidad en las desconexiones que sufren.
Es un buen análisis. No sé a qué se deben estas desconexiones, pero no son de un equipo serio. Todos tenemos asimilado que en adelante esto es una guerra. Fuimos a jugar con Estudiantes sin Eric y Nikolic y fuimos con la ambición de morir. Acepto la crítica y lo que no hicimos antes tuvo que ver con no haber dado la talla del Bilbao Basket.
Mumbrú imprescindible
Se habla de renovar a Mumbrú. ¿Es imprescindible?
Sí, sí. No sólo como jugador, sino por carácter, ejemplo, veteranía, experiencia. Yo soy el primero que habla con él para decirle lo que puede hacer mal o bien, pero reconozco que en los momentos duros como ahora es un motor, un ejemplo. Yo que tengo casi 34 años aprendo cada día de sus ganas de competir y ganar. Aunque perdemos es el máximo competidor, el mejor. No estamos para retirarle. Sí para renovarle y seguir aprendiendo de él por su forma de competir.
Son almas gemelas.
Yo aprendo porque tiene cuatro años más que yo y me gustaría llegar a su edad con su capacidad para competir y ganas de hacerlo bien. Es un gran jugador. A veces no estoy de acuerdo con la forma en que juega por la ansiedad, pero es tan competidor y buen jugador que muchos tendrían que aprender de él.
Su renovación, ¿la dejamos para el año que viene?
Mi caso es muy diferente. Álex es talento puro y lo mío es más bien trabajo y físico y se puede acabar mañana. Lo de Álex es algo natural que él tiene.
Pero ya no se ve en otra ciudad que no sea Bilbao.
Ah, no, no. Ahora mismo mi idea es acabar aquí.
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