Un lunar en el expediente del 'coach K'
Sulaimon, que se mide hoy con el Zaragoza al RETAbet, es el único jugador en 40 años despedido por Mike Krzyzewski de Duke
Mike Krzyzewski, icono del basket americano con sus tres inmaculados ciclos olímpicos en el banco del USA Team, tomó posesión de su cargo como entrenador ... de los Blue Devils en marzo de 1980. Han pasado 40 años y sólo se le conocen un par de deslices. Alex Poythrees -actual jugador del Zenit San Petersburgo- hizo público que recibió de él la oferta de una beca para alistarse en Duke. La proposición sucedió durante la temporada, lo que está tajantemente prohibido. También la facultad de Durham fue señalada en un reciente informe del FBI en torno a prácticas delictivas que vulneran las normas universitarias. Pasó de largo. Como la historia que nos ocupa y que desembocó en el único despido de un baloncestista durante sus cuatro décadas de mandato. Rasheed Sulaimon fue el «sacrificado», como declaró su familia. Hoy, saliendo de una lesión, se mide con el Zaragoza al RETAbet.
Fue un turbio asunto en el que lo más llamativo es que un jugador fue borrado del mapa por unos hechos que nunca se probaron. Durante un retiro llamado Common Ground -cuatro días cada semestre en los que 56 alumnos debaten sobre identidad, raza, socioeconomía, género y sexo- una alumna de Duke dijo en una de esas reuniones que había sido víctima de una agresiónsexual por parte de Sulaimon. Un año después una segunda estudiante refirió idéntico délito y presunto agresor. Pasaron meses sin que el asunto tomara ningún camino judicial o policial, pero sí llegó a oídos de los responsables deportivos de la universidad, entre ellos Mike Krzyzewski, que por aquel entonces había convencido a su pupilo para que desechara su idea de presentarse al Draft de la NBA ante la posibilidad de convertirse en una elección de primera ronda. Pudo la capacidad de persuasión del entrenador y el talentoso esconta decidió proseguir sus estudios.
Aquellas denuncias no acabaron , sin embargo, en queja alguna en la oficina de conducta estudiantil, ni en acciones legales o policiales. Un año después una de las participantes en aquel Common Ground activó una investigación interna preliminar. Las víctimas argumentaron no haber denunciado por temor a las represalias de los fans de Duke, que convierten a sus estrellas en poco menos que iconos de una secta. Hubo un precedente en ese campus con el quarterback Jameis Winston y sus acusadoras, una vez declarado inocente el futbolista, sufrieron lo más parecido a un escarnio popular.
El tiempo pasó, pero el 'coach K' dejó de conceder a Sulaimon en estatus de titular y el jugador se enfrentó con él en varias ocasiones. Mala elección. Formado en West Point, de donde se licenció con el rango de capitán, su vida ha girado en torno a la disciplina, un ordeno y mando que le llevó a ganar cinco títulos de la NCAA, el último meses después de expulsar a su díscolo discípulo. No se supo nada más de aquel escabroso asunto en el que no se siguió el protocolo que dicta como necesaria la denuncia de los gestores universitarios en cuanto tuvieran conocimiento de los posibles delitos.
Hasta que tras una derrota contra Notre Dame estalló todo. Sulaimon recriminó a Krzyzewski haber jugado apenas doce minutos. Los decibelios se tornaron incontrolables. Horas después, Duke emitía un comunicado ambiguo en el que se explicaba la expulsión del escolta como resultado de «múltiples acciones perjudiciales para el programa». Angela, madre del jugador, resumió lo sucedido como algo personal con el 'coach K'. «He educado a mi hijo para que tenga voz y opinión». Sin denuncia ni delito probado, fue echado a los leones.
JORNADA 14 DE LA LIGA ENDESA
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