Una leyenda de la NBA en las gradas de Miribilla

Visita ilustre ·
Goran Dragic disfrutó el domingo de la victoria ante el Manresa: «Vengo yo y mete 24 puntos», bromea sobre su hermano Zoran, alero del Bilbao Basket

Robert Basic

Martes, 24 de diciembre 2024, 00:06

No sabe cuántas fotos pudo sacarse y con cuánta gente, en la grada y en el interior del pabellón, donde no paraba de atender a ... la marea negra, a los jóvenes y mayores, a todo aquel que le reclamaba un segundo de atención para inmortalizarse junto a él. Goran Dragic, una leyenda de la NBA, decidió de la noche a la mañana sacar un billete de avión y hacer una visita relámpago a su hermano Zoran, alero del Bilbao Basket. El viaje coincidió con el partido ante el Manresa, que los hombres de negro resolvieron con una brillante victoria.

«Les he dado suerte», dijo divertido el hombre que cuenta con más de 1.000 partidos en la mejor liga del mundo. Retirado justo hace un año, el esloveno no solo fue testigo de un buen encuentro del Surne sino también de su hermano. «Vengo yo y mete 24 puntos. ¿Hace cuánto que no lo hace? Igual tres años», bromeaba en una de las salas de Miribilla.

Para poner en contexto la figura de Goran Dragic y de lo que representa a nivel de baloncesto global, campeón de Europa con Eslovenia en 2017 y All Star de la NBA en 2018, entre otros logros, es procedente recordar que jugó 15 temporadas en la mejor liga del mundo, defendió la camiseta de seis franquicias diferentes y disputó siete play-offs por el título con Phoenix, Miami, Brooklyn y Milwaukee. Además de estos clubes, el esloveno también militó en Toronto y Chicago.

En 1.008 encuentros disputados entre 2008, cuando fue drafteado en la segunda ronda por San Antonio y traspasado inmediatamente a los Suns, y 2023, el escolta -también base- promedió más de 13 puntos y cinco asistencias por encuentro. Decidió colgar las zapatillas el pasado mes de diciembre y en agosto de este año organizó un partido de despedida al que asistieron entre otros Nikola Jokic, Luka Doncic, Luis Scola, Chris Bosh, Dirk Nowitzki, Steve Nash y Bogdan Bogdanovic. 'Night of the Dragon' (Noche del dragón), así se llamó el evento que supuso el adiós de uno de los grandes talentos europeos.

«Ya no dan el balón al árbitro y sacan rápido para correr. No había de eso en mis tiempos», se sorprendió el esloveno

Peticiones de quedarse

Así que Goran Dragic se presentó en Miribilla y vio ganar al Bilbao Basket, además de disfrutar de una versión estelar de su hermano pequeño. «Ha sido un buen partido. Tienen que hacer circular el balón todavía más rápido», apuntó el esloveno, quien además se sorprendió con algunas «reglas nuevas» de la ACB. «Ya no dan el balón al árbitro y sacan rápido para correr. No había de eso en mis tiempos». Como es lógico, más de uno le intentó convencer entre carcajadas de que se quedara unos meses en Miribilla, abandonara puntualmente su retiro y echara una mano a los hombres de negro. «No puedo. Tengo que volver a Estados Unidos porque los niños tienen cole», comentaba en presencia de sus padres.

Porque también estuvieron en el pabellón los padres de Goran y Zoran Dragic, felices de estar con sus dos hijos y nietos y de poder disfrutar de una victoria. El mayor de los hermanos vuelve mañana a Miami, donde vive, mientras que el resto de la familia se quedará en Bilbao hasta el 4 de enero. Al ex de los Heats, con los que jugó seis temporadas, le gusta ahora sudar con el padel pero no se olvida del baloncesto. Tiene más de un proyecto vinculado al deporte de la canasta. Su visita relámpago a Miribilla trajo buena suerte a los de negro y también a un veterano de 35 años que todavía tiene mucha dinamita en su muñeca y aún pasea por las canchas de la ACB y de Europa uno de los apellidos más ilustres del baloncesto continental.