«Las lesiones nos están lastrando, pero la dinámica nos hace ser optimistas»

- ¿Cómo se ve Álex Reyes a sí mismo esta temporada?

- Mejor, con más confianza, más asentado en la Liga. El año pasado fue un salto importante (vino de la LEB Oro), la diferencia es muy grande. Ahora, conozco mejor la Liga y sé cómo funciona el estilo y el ritmo de juego.

- ¿Por qué hay tanta diferencia entre las ligas de baloncesto?

- El nivel económico ha marcado la diferencia entre divisiones. Si físicamente no eres bueno, casi es imposible jugar en esta competición. Los jugadores de la Liga Endesa son auténticos 'animales' todos. Ahora, al trabajo táctico y en pista hay que sumar trabajo en verano, con preparadores, una correcta alimentación, cuidado del cuerpo. Mi padre, cuando jugaba, medía 2,07 y pesaba lo mismo que yo, pero yo soy alero y él era un '4'.

- Es el líder en el porcentaje de aciertos de triples en la ACB.

- En la línea de 6,75 tengo buenos porcentajes y sensaciones. Estoy lanzando con facilidad, con confianza. Mis compañeros saben que les puedo ayudar en esa faceta. Un porcentaje tan elevado es algo irreal. Pero siempre que se pueda ayudar al equipo, bienvenido sea. Me gustaría que el porcentaje se mantuviese, pero, bueno, esos números acaban bajando, mantenerlos es complicado.

- Siempre ha tenido buen tiro.

- Ha sido la faceta que más me ha caracterizado. He tenido facilidad y una mecánica rápida de tiro, capacidad para salir rápido del bloqueo. Todo ello, unido a las horas que dedico al tiro, acaba siendo algo en que eres bueno.

- ¿Qué le queda por mejorar?

- Tengo margen de mejora en las piernas. Siendo un alero, debo involucrarme en tareas cercanas al aro. Hoy el baloncesto es un deporte que, a nivel físico, ha pegado un salto increíble. Creo y debo mejorar con trabajo en el gimnasio y trabajo específico. La defensa va unida a la mejora física. Puedo ayudar algo más, por supuesto, y puedo colaborar a la hora de hacer piña en el grupo.

- ¿Cómo valora la actual temporada para el Bilbao Basket?

- La dinámica del equipo llama a ser optimistas, más allá de los resultados. Las lesiones nos están lastrando. La actitud del equipo, el día a día en el trabajo, los entrenamientos... tendremos una temporada bonita en el momento que nos recuperemos todos. Hay buenas sensaciones a nivel de equipo. Es cuestión de irnos conociendo y coger buena forma física, y los resultados acabarán llegando.

- Han recibido muchos puntos.

- Sí, y nos ha lastrado. Somos un equipo con una capacidad ofensiva buena, pero en defensa es verdad que hemos tenido que apretar más. En los partidos que hemos sacado adelante defensivamente hemos estado bien, el rival no ha estado cómodo. En esta Liga hay que defender. Yo el primero, debemos mejorar.

- ¿Se nota tanto en la cancha el apoyo del público de Miribilla?

- Sí, es un ambiente muy caliente, la gente anima desde el primer momento. También es el espectáculo de la presentación, apagar las luces, la pantalla luminosa... A los jugadores nos anima mucho. Es una afición amable, que está sobre todo en las malas. No baja los brazos y eso es de agradecer. Como la afición de Bilbao no se ven muchas.

- ¿Qué le aconsejan su padre y sus hermanos?

- Mi padre está contentísimo. Me aprieta porque sabe que puedo hacer más cosas y tengo margen para mejorar. Antes era el entrenador en casa, pero ahora es un aficionado más. Me da alguna pista. Mis hermanos, que también juegan, parecido. Físicamente somos todos iguales -2 metros estirados y delgaditos- y con capacidad de tirar exteriormente, correr el campo, el rebote.

- ¿No se ha cansado de estar tanto tiempo fuera de casa?

- Si me dices que vuelva a casa, me sale un sarpullido, ja, ja. Me fui con 15 años. Quiero mucho a mis padres, pero no volvería a casa durante la temporada. Estoy acostumbrado a una dinámica profesional. Todo lo que pueda alargar la vida deportiva, mejor.

- ¿Qué tal la vida en Bilbao?

- La ciudad me parece espectacular, tiene vida y es bonita. Da gusto pasear. A nivel gastronómico es un bombazo. Sólo estoy a dos horas y media en coche de mi casa, en Palencia. Bilbao es una ciudad top.

- ¿Ha pensado qué hará cuando acabe su etapa como jugador?

- El año pasado terminé Psicología. Me gustaría seguir vinculado al baloncesto como psicólogo. Todo lo que aportar con mi experiencia como jugador... No veo mi vida alejada del baloncesto. Esto lleva conmigo 27 años.