Victoria muy importante del Surne Bilbao Basket en Miribilla en el partido aplazado ante el Breogán. Han cogido los de Mumbrú la buena costumbre de ... no dejar escapar la victoria del Bilbao Arena ante los rivales que los acompañan en la parte baja de la tabla, algo que debe ser la base del equipo para intentar crecer. Ayer, haciendo una labor defensiva digna de elogio durante buena parte del encuentro, los bilbaínos se mostraron claramente superiores a un Breogán incapaz de igualar la intensidad de los locales y muy lastrado por su falta de efectividad en el triple.
Defensa
El Bilbao Basket saltó a la cancha con el freno de mano echado. Los de Mumbrú empezaron incapaces de coger el ritmo en ataque, pero fue en defensa donde la falta de actividad se hizo más palpable. Cuando tu rival es capaz de anotar 18 puntos en menos de seis minutos, con nueve lanzamientos de dos puntos sin fallo, algo no debes estar haciendo bien. Fue ese el punto de inflexión a partir del cual los locales comenzaron a esmerarse en defensa, permitiendo solamente cuatro puntos más a su rival en lo que restaba de primer período. Asentada la parcela defensiva, los de Mumbrú fueron poco a poco gestando un parcial de 13-0 que les permitió tomar la delantera en el marcador desde el comienzo del segundo cuarto ante un Breogán al que se le juntó el aumento de intensidad de los bilbaínos, la perdida de fluidez ofensiva con sus rotaciones y un horroroso 0 de 13 en tiros de tres puntos.
Fluidez
Tras el descanso, el Bilbao Basket comenzó a anotar con mayor facilidad. Buenos porcentajes, mejor circulación de balón y hasta nueve asistencias en el tercer cuarto como ejemplo de esa fluidez ofensiva. La participación coral del equipo en las jugadas de ataque complicó la defensa del Breogán, que veía cómo Rafa Luz, Bigote, Inglis y Withey anotaban con sencillez. Los de Mumbrú aprovecharon las oportunidades que tuvieron para correr y los contraataques y transiciones rápidas fueron una fuente de puntos fáciles que terminaron por derribar la resistencia lucense. Los de Paco Olmos se encomendaron a la calidad de Dzanan Musa, 13 puntos en el tercer cuarto, pero no fue suficiente ante un Bilbao Basket que hizo de su solidez grupal la mejor de sus armas. La mayor intensidad local permitió a los bilbaínos ir despegándose en el marcador y afrontar los últimos minutos del encuentro con unas rentas muy cómodas, zanjando la contienda bastante antes del pitido final.
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