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«Hemos hecho el equipo que creíamos que debíamos hacer»
Álex Mumbrú se muestra «satisfecho» con la plantilla del Bilbao Basket y avanza que Miribilla es su «sexto hombre»
Álex Mumbrú no mira más allá del próximo entrenamiento. El nuevo Bilbao Basket acaba de echar a andar y su entrenador observa con ilusión e ... indisimulada impaciencia un bloque que está por pulir y definir. No quiere hablar de objetivos ni de metas a alcanzar, solo de sudar día a día y avanzar en la preparación. «Hemos hecho el equipo que creíamos que debíamos hacer», ha comentado este lunes en el polideportivo El Fango, donde el RETAbet ha descorchado la pretemporada y tiene por delante mes y medio de duro trabajo para llegar en perfectas condiciones a la ACB. Los hombres de negro abandonaron la élite hace un año y ahora regresan con la firme intención de consolidarse y sobrevivir en la segunda mejor liga del mundo. «Estamos con ganas de empezar», ha confesado el catalán, quien ha contado con 13 jugadores en la sesión de esta mañana y la ausencias de Balvin y Lammers, que se incorporarán más tarde. «La ilusión es máxima», ha dicho el barcelonés, quien afronta como un «reto» su debut como técnico en la Liga Endesa.
El RETAbet ya está en marcha y por delante asoman seis semanas de trabajo en las que Mumbrú deberá esculpir el perfil de los hombres de negro. La esencia es la misma, lo que cambia son las caras –hay siete nuevas– que deben encajar en el álbum de cromos de su entrenador. Las piezas del puzle están ahí, ahora toca pulirlas, acoplarlas y completar el mosaico. «Nuestro ADN debe ser el mismo del año pasado: sacrificio, lucha, entrega, pelea por cada balón y ser competitivos al máximo». El técnico considera innegociables estas premisas y son la base sobre la que construirá su proyecto en la ACB. «El fondo del equipo es el sacrificio y el trabajo», ha insistido el preparador que ha devuelto a la franquicia de Miribilla a la élite en tiempo récord. Son sus reglas, manda él, y ellos obedecen.
Mumbrú ha reconocido que «hemos hecho el mejor equipo que hemos sido capaces de hacer», aunque lejos de quejarse por el poco presupuesto y las limitaciones de la institución ha abrazado la ilusión y ha invitado a todo el mundo a remar en la misma dirección. Solo así, de forma solidaria y gremial, el Bilbao Basket podrá enseñar los dientes sin miedo a que se los partan. «El año pasado acabamos muy arriba anímicamente», ha comentado en alusión al ascenso y al pabellón, que ha llevado en volandas a sus chicos. «Por eso teníamos ganas de empezar. Estoy contento con los que hemos podido fichar», ha reforzado su mensaje de satisfacción y compromiso, que ahora deberá ser trasladado y consolidado en el parqué. «Debemos juntarnos y cohesionarnos. Es una pena que no esté Balvin, que jugará el Mundial y se incorporará a falta de diez o doce días para el inicio de la liga», ha lamentado el barcelonés, quien espera tener pronto a su otro 'cinco', Ben Lammers.
Poder de la marea negra
Cuando se le ha preguntado por los objetivos, Mumbrú ha ladeado la cabeza y ha evitado hablar de metas que a día de hoy ni siquiera clarean en el horizonte. «Ahora toca prepararnos para competir. Luego... ya veremos. Lo que me importa es que físicamente estemos bien». Una condición indispensable para salir con vida de canchas en las que kilos y centímetros imponen su ley. El técnico aguarda con «ilusión» su debut en los banquillos de la ACB y califica la experiencia que viene como una «alegría» y un «compromiso» máximo con el escudo que va a defender. Para ello, y como suele ser habitual en él, ha hecho una reflexión sobre la marea negra, que volverá a inundar las gradas del Bilbao Arena. «Miribilla es parte fundamental del equipo. Es el sexto hombre, el músculo», ha subrayado el catalán, muy consciente de que el público también gana partidos.
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