Serron entra a canasta durante el partido ante el Iberostar. pankra nieto

Un mal comienzo no siempre es sinónimo de drama

El Bilbao Basket ha tenido arranques peores que el actual y salvo el año del descenso, en el que pasó de todo, ha acabado sin sobresaltos

Viernes, 2 de octubre 2020, 00:22

El RETAbet recibe mañana al Obradoiro (18 horas) con la firme intención de regalarse la primera alegría de la temporada y estrenar su casillero de ... victorias. El calendario, duro, ha colocado en su apertura de curso a adversarios tan complicados como Herbalife, Iberostar y Barcelona, tres piedras en el camino con las que los hombres de negro no han podido evitar tropezarse. El balance de 0-3 hiere la vista, al igual que la clasificación, aunque no preocupa demasiado en el seno de la franquicia de Miribilla porque se entiende que es solo cuestión de tiempo que las piezas acaben encajando en la pizarra de Álex Mumbrú.

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Un mal comienzo no siempre es sinónimo de drama y tampoco significa que el equipo estará varado en los bajos fondos de la tabla durante toda la temporada. De hecho, y con la salvedad del año del descenso, en el que pasó un poco de todo -el balance de las 11 jornadas iniciales fue de 3-8-, los vizcaínos han tenido arranques peores que el actual y terminaron desahogados y en tierra firme. Dicho de otra manera, no sufrieron en los momentos de la verdad y vivieron tranquilos la última fase del campeonato.

Es lógico que la ausencia de victorias ponga en guardia al club y a la afición, todavía ausente de un Miribilla huérfano de su calor, pero conviene recordar que en la temporada 2013-2104 se empezó con cinco derrotas consecutivas y al final no hubo que lamentar daños mayores. Resultados teñidos en rojo ante Zaragoza, Fuenlabrada, Herbalife, Real Madrid y Gipuzkoa pusieron las alarmas en estado de alerta, que se desactivaron con una victoria frente al Barcelona en la sexta jornada. Los hombres de negro reaccionaron en el encuentro que todo el mundo daba por imposible. Y luego se volvió a perder en la séptima contra el Unicaja -es decir, uno de seis-, pero el Bilbao Basket supo conservar la calma y acabar la campaña decimocuarto, con 12 triunfos, a cinco de los que marcaban camino a la LEB. Siempre estuvieron a salvo.

Mumbrú necesita tiempo para acoplar a los nuevos, desarrollar los sistemas y elevar el nivel del baloncesto de sus hombres. Cuando él todavía jugaba, en la temporada 2009-2010, la primera en Bilbao, el equipo empezó con un flojo 1-6. Ganó el primer choque y luego perdió los cinco siguientes. Pues bien, aquel curso los vizcaínos acabaron novenos (16-18), a una sola victorias de los play-off por el título. Y hay más: entre 2004 y 2007, la franquicia de Miribilla abrió las tres campañas con balances adversos (2-7, 3-7 y 2-8) y jamás pasó apuros. Incluso en 2007 cerró la fase regular décimo, a un par de triunfos de la lucha por el título.

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Nada de nervios

«Si después de dos jornadas nos ponemos nerviosos, no sabemos el lugar en el que está el Bilbao Basket», dijo el técnico del RETAbet antes del duelo frente al Barcelona. Perder este último entraba dentro de lo esperado, pero ahora toca dar un paso al frente contra el Obradoiro, que llega a Bilbao con el pleno de victorias. Un triunfo daría confianza a la plantilla, que viajaría entera a Badalona. Tumbar a los gallegos conllevaría un premio anímico importante, que reforzaría las convicciones de una plantilla que aún se está poniendo a punto y que usa parte de la temporada para cerrar su preparación.

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