Muy buenas sensaciones
Sigue la racha. Segunda victoria en cuatro días y, lo que es casi tan importante, dando una muy buena sensación sobre la cancha. Los de ... Mumbrú han conseguido que Miribilla vuelva a ser esa plaza incómoda para sus rivales, encadenando cinco victorias seguidas como local. Con Fuenlabrada, Zaragoza y Obradoiro habiendo ganado sus partidos del sábado, los bilbaínos consiguieron este domingo ante el Gran Canaria una importante victoria que les permite seguir en el grupo que aspira a alejarse definitivamente de esos puestos malditos de la clasificación.
Solidez
Así como el jueves contra el Breogán tardó seis minutos en armar su defensa, este domingo la energía e intensidad de los locales estuvieron en valores máximos desde el salto inicial. Seguramente asistimos a los mejores veinte minutos en lo que va de temporada, en una primera parte muy completa de los de Mumrbú en ambos lados de la cancha. Muy sólidos en defensa, superando en varios enteros al Gran Canaria en capacidad física y esfuerzo, cada uno de los integrantes de la rotación bilbaínos fue aportando su granito de arena para desarbolar completamente a su rival. Porfi Fisac no encontró ningún antídoto al vendaval que recibían los suyos. Goudelock, Reyes, Delgado… los canarios no sabían por dónde les llegaban los golpes y en el lado contrario de la cancha eran incapaces de atacar con cierto orden y pagaban muy caro su desacierto desde la línea de tres puntos. El resultado de todo esto fue un +22 al descanso para los de Mumbrú que se fueron al vestuario con una agradable sensación de superioridad.
Intensidad
Lejos de cortar el ritmo de los locales, el descanso le sirvió al Bilbao Basket para tomar aire y salir revitalizado. Supieron mantener la intensidad y la calma, sin descentrarse ante la expulsión por dos técnicas a Inglis, y consiguieron llevar su ventaja hasta los 30 puntos cerca del final del tercer cuarto. A partir de ahí, un poco de orgullo herido del Gran Canaria y cierta bajada del biorritmo local llevaron el marcador a números menos escandalosos, pero que no empeñaron en absoluto el gran partido del Bilbao Basket. Tras el 0-5 inicial, los de Mumbrú firman un balance positivo de 5-4 en las últimas nueve jornadas que debe servirles de motivación ante los próximos duelos. Cerrarán el año ante Unicaja en Miribilla, para enlazar después tres choques fundamentales contra Betis, Andorra y Obradorio, rivales de la parte baja de la tabla ante los que dar el do de pecho.
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