

Bilbao Basket 86-83 Zaragoza
Sudor convertido en un triunfo balsámicoLiga Endesa ·
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Bilbao Basket 86-83 Zaragoza
Sudor convertido en un triunfo balsámicoLiga Endesa ·
El Bilbao Basket gana al Zaragoza en un final de infarto con dos tiros libres de Pantzar y un tapón de Killeya-Jones a WattHubo que sufrir hasta el último segundo para hacerse con una victoria que vale su peso en oro. La bañó en sudor el Bilbao Basket, ... que ha acabado por sofocar este sábado la rebelión del Zaragoza liderada por un desatado McFadden con dos tiros libres de Melwin Pantzar y un tapón salvador de Sacha Killeya-Jones a Mitchell Watt a falta de dos segundos y medio para el final. Con un arbitraje malo, casi siempre pernicioso para los que vestían de negro, el Surne luchó contra los elementos y se anotó su octavo triunfo en la ACB con el que igualó precisamente a los aragoneses. Los vizcaínos pudieron sentenciar el choque –o casi– a falta de 5'45 para la conclusión del mismo, irse 11 arriba, pero Rabaseda falló una bandeja, luego los colegiados le pitaron una antideportiva y los visitantes resucitaron para llevar al límite a los de Jaume Ponsarnau. Esta vez se quedaron al borde del precipicio viendo caerse a su rival.
Y eso que empezó bien la película, con una canasta de Tryggvi Hlinason, el hombre que sudó cuatro años la camiseta del Zaragoza. Tocaba agarrarse a las señales en un partido fundamental, clave, que los hombres de negro tenían marcado en rojo en sus respectivas agendas. También Ponsarnau, quien en la previa ya había hablado de este color sangre. El Bilbao Basket sufría con Mitchell Watt, quien sacó dos faltas a la torre islandesa en poco más de minuto y medio. Killeya-Jones saltó a la pista, un torbellino que volvió locos a sus pares. Hizo ocho puntos en nada y paliaba el acierto de los visitantes, que con un triple de un viejo conocido como Emir Sulejmanovic llegaron a doblar en el marcador al Surne (6-12). Una descarga de aire frío recorrió el espinazo de Miribilla, pero los vizcaínos cosieron la brecha con un fantástico De Ridder y luego Keith Hornsby, quien arrancó con una pérdida y luego abrió el tarro de las esencias. Su aroma gustó en el 'infierno', casi lleno y ruidoso.
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El americano metió una de dos y clavó un triple. Luego otro. Miribilla se frotaba las manos con su flamante adquisición. Los hombres de negro firmaron un parcial de 9-0 para cerrar el primer cuarto seis arriba (25-19). A esta serie se añadieron dos conversiones de tres de Hornsby y De Ridder para redondear un 15-0 y poner un más 12 (31-19). Ponsarnau rotaba, buscaba sus quintetos y hasta puso unos segundos a Reyes de cuatro. De Ridder lo peleaba todo y de ahí que se fuera al descanso con seis rebotes, además de los nueve puntos en el zurrón. El belga es un diamante que cada vez brilla más bajo los aros del Bilbao Arena. Watt no funcionaba como antes así que le hizo la cobertura Kravic. Los vizcaínos trabajaban bien en defensa y se marcharon al descanso 13 arriba gracias a un triplazo sobre la bocina de Tsalmpouris. Una ventaja jugosa y más si se tenía en cuenta que Adam Smith solo llevaba tres puntos.
Máxima ventaja e igualdad
El Surne había completado dos buenos cuartos, solventes, haciendo su trabajo en ambas pinturas. Aun así, quien más quien menos esperaba la reacción del Zaragoza. Y llegó. Vaya si llegó. El tercer cuarto fue el del atasco local y la fluidez visitante. Y eso que una canasta de Smith dio la máxima ventaja a los de negro (51-37). Entonces se desdibujaron y encajaron un parcial de 2-10. González y McFadden hacían daño. Apareció Andersson con tres tiros libres para frenar la sangría, aunque este período se clausuro solo cuatro arriba (61-57). Quedaban diez minutos infartantes, solo apto para valientes y muñecas a prueba de temblores.
Todo se igualaba y en este contexto de máxima tensión Andersson dio un paso al frente. Hizo siete puntos en el último cuarto, un triple incluido, y Killeya-Jones seguía trabajando para acabar con 19 y 8 rebotes. Entonces llegó la que pudo ser la jugada del partido. Con nueve arriba a falta de 5'45 para el final, Rabaseda robó el balón y se fue a por el +11. Falló la bandeja intimidado por Watt y luego hizo una falta que el trío arbitral juzgó de antideportiva. Regresó así el Zaragoza y se puso a uno (84-83) con los libres de Trae Bell-Haynes. Pantzar asumió la responsabilidad, convirtió los suyos y Killeya-Jones taponó a Watt desde los 6'75 para dejar el triunfo en casa.
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