Bilbao Arena: 15 años de alegrías, tristezas, emociones...
El pabellón cumple hoy tres lustros de vida desde su inauguración oficial y victoriosa contra el Valencia convertido en el templo del Surne y sus fieles
Hace justo hoy 15 años, a las doce y media de la mañana, el balón naranja saltó por los aires en el Bilbao Arena. Lo ... había hecho dos semanas antes en un partido de homenaje a Javi Salgado, quien llegó con la camiseta del GBC para recibir un tributo eterno, pero aquel 10 de octubre de 2010 los hombres de negro desprecintaron su nuevo hogar con una victoria de mérito ante el Valencia (77-70). Fue el primer encuentro oficial del Bilbao Basket en su moderno pabellón de 10.000 asientos, heredero de la histórica Casilla y del improvisado BEC, la casa definitiva en la que siguen habitando los vizcaínos y su fiel afición, empadronada hace tres lustros en un lugar en el que conviven realidades y sueños, sonrisas y lágrimas, dulzura y amargura, pero sobre todo la resistencia y la determinación de sobrevivir e ilusionar en un mundo de la canasta cada vez más duro y difícil.
El quinteto inicial estaba compuesto por Aaron Jackson, Janis Blums –todavía resuenan los ecos de aquel 'Janis, Janis Blums; Janis, Blums', emulando a Boney M. y su 'Daddy CooL'–, la leyenda Álex Mumbrú, el mítico Marko Banic y Eduardo Hernández-Sonseca. En el banquillo estaba Fotis Katsikaris, con Rafa Pueyo de ayudante. La primera canasta oficial del choque la metió el valencianista Lishchuk, mientras que Martin Rancik inauguró la cuenta de los hombres de negro. Y así comenzó a escribirse la historia de un pabellón que ha visto a su equipo jugar la final de la ACB y bajar a la LEB, disputar los cuartos de la Euroliga ante el CSKA Moscú y también el duelo de ida por el título de la FIBA Europe Cup frente al PAOK, recuperar la categoría en una Final Four memorable... Solo son unas migas de una tarta a la que le quedan aún muchas velas por sostener.
Casi 8.000 personas asistieron a aquel Bizkaia Bilbao Basket-Power Valencia –para ser más concretos 7.936–, que se resolvió con un triunfo cimentado en un sideral segundo período (32-22). «Al principio estábamos todos muy nerviosos al ver la nueva instalación con nuestro público. Nos costó soltarnos y el marcador fue corto (13-11). A partir de ahí, el equipo se vino arriba con la marea negra», rememora Pueyo, entonces segundo de Katsikaris y desde hace ocho temporadas director deportivo del Surne. Lleva más de dos décadas en diferentes puestos de responsabilidad deportiva en el club y aquel 10 de octubre de 2010 vio a su equipo vencer y al mismo tiempo a la institución caminar hacia el futuro. «Fue muy bonito y acabó bien, el preludio de una gran temporada. Acabamos jugando la final de la liga contra el Barça. El estreno del Bilbao Arena fue un paso importante en la historia del club; lo coronamos con un gran partido y una gran campaña», constata el bilbaíno.
«Os quiero»
Los hombres de negro ganaron y se colocaron líderes casi tres años después. Entre las paredes de la recién estrenada Miribilla atronaban los acordes de la pegadiza 'Follow the Leader' de 'The Soca Boys' y la gente se marchó a casa encantada con lo que había visto. Rancik y Chris Warren acabaron con 18 puntos cada uno, mientras que Mumbrú aportó 10 y 12 rebotes. Las 'cheerleaders' vestían de rojo y negro y bailaban con ejemplares de EL CORREO, que en aquel choque fue homenajeado por su centenario. Comunión perfecta de la que también Banic fue testigo. «Familia, han pasado 15 años ya», se arranca en un vídeo enviado a petición de este periódico para recordar la efeméride. «El tiempo pasa muy rápido. Aquel día fue muy especial. El equipo creció rápido, era joven y ambicioso, progresamos y se hizo una plantilla potente. El siguiente paso era tener un pabellón moderno porque La Casilla era bonita pero pequeña, y el BEC grande y frío».
El interior croata disfrutó de poco más de seis minutos ante el Valencia porque Katsikaris quiso reservarle. No le importó, siempre al servicio del grupo. «El futuro será bonito», vaticina sobre el porvenir del club que lleva en el corazón. «Espero ver allí otra vez a los grandes equipos de Europa y jugar el play-off en Miribilla. Sería magnífico. Os deseo muchas sonrisas y victorias. Estoy con vosotros. Os quiero». Hace poco acudió a los actos del 25 aniversario del Bilbao Basket y se llevó todo el amor del que siempre será su público y su segunda casa.
También Paco Vázquez jugó aquel día en el Bilbao Arena. «Empezamos una etapa súper bonita. Veníamos del BEC pero sobre todo de la idea de La Casilla, donde teníamos una comunión perfecta con el público. El BEC nos enfrió un poco, pero Miribilla fue espectacular», remarca el ahora ayudante de Joan Plaza en el MoraBanc Andorra. «Supuso un paso adelante para el club y se creó una unión perfecta con la grada. Miribilla siempre será el fortín del Bilbao Basket y aquel partido con el Valencia fue el primer paso». Un momento histórico que hoy invita a soplar hoy 15 velas.
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