¿Cómo es la ciudad ideal para vivir cuando seamos mayores?

En España hay 15,8 millones de ciudadanos que superan esta edad. Esto supone un 34% de la población total del país. Con el paso del tiempo, nuestras prioridades van cambiando. Sin embargo, algunas se mantienen y queremos continuar con nuestro estilo de vida, porque envejecer no es sinónimo de abandonar aquello que nos hace felices, sino de adaptarnos a las circunstancias del momento. En este sentido, mantener nuestra vida social, vivir de forma cómoda en un lugar en el que nos sintamos 'como en casa' o tener cerca a profesionales que puedan atendernos en caso de necesidad son algunas de las condiciones a tener en cuenta a la hora de pensar en una ciudad ideal.

Por urbes 'humanizadas' se entienden aquellas en las que los mayores de 55 participan de forma activa en ellas, relacionándose con su círculo social y en las que las residencias ofrezcan un modelo para que la salida del hogar habitual no sea un cambio tan acusado. José Antonio Granero, arquitecto socio de Entreabierto y ex Decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), señala que las necesidades de alojamiento de los mayores son «diversas».

Por este motivo, incide en la necesidad de «reconsiderar» el modelo actual que ofrecen las más de 4.000 residencias privadas que existen a nivel nacional y apostar por otras fórmulas basadas en el concepto de «envejecimiento en casa». Los complejos intergeneracionales, las viviendas asistidas o el cohousing son algunos de los ejemplos que ofrece Granero. «Se trata de poner el foco en el equilibrio entre intimidad, convivencia, funcionalidad, accesibilidad y tecnología y otros factores como el diseño, la calidad del espacio, la luz y la integración con la naturaleza de los espacios», explica.

Por otra parte, la psicóloga y gerontóloga Mayte Sancho destaca la importancia de la flexibilidad en los servicios domiciliarios: «Con la pandemia han aflorado algunas carencias del sistema de cuidados, lo que nos ha hecho reflexionar como sociedad y ser más conscientes de la importancia de responder a las necesidades y los deseos de los mayores».

Sancho propone «humanizar las ciudades, hacerlas más amables con la dependencia». Una de las vías que plantea es «desarrollar un modelo de servicios domiciliarios para que sea más flexible y dinámico y proporcione la cobertura que requieren los mayores, como los ecosistemas locales de cuidados, cuyo fin es crear redes y proyectos colaborativos para atender y cuidar a las personas mayores y dependientes desde la cercanía y la personalización».

Todas estas impresiones de expertos en envejecimiento, vivienda y urbanismo fueron compartidas el pasado 17 de mayo durante el ciclo de conferencias 'Soluciones habitaciones para los sénior', que organizó el Centro de Investigación Ageingnomics de la Fundación MAPFRE.