Vanja Marinkovic, el tercero en discordia
El serbio completa su curso más solvente como baskonista mientras compite por tiros y puntos con los pistoleros Howard y Moneke
Carlos Pérez de Arrilucea
Miércoles, 13 de marzo 2024, 00:45
A estas alturas de temporada, el Baskonia tiene perfectamente definidas sus jerarquías ofensivas. En los esquemas de ataque de Dusko Ivanovic, dos jugadores sobresalen sobre ... el resto; Markus Howard y Chima Moneke. Ambos sobrellevan una parte sustancial del peso anotador. El menudo escolta azulgrana, 18,2 puntos por partido en la Euroliga, es quien dispone de una licencia más amplia para acaparar balón, gastar lanzamientos y romper sistemas. Tras él se sitúa el ala-pívot de la eterna sonrisa (14,3 puntos por partidos en competición continental), un jugador con mayor variedad de registros de ataque. Moneke prueba puntería desde el triple a nada que le cedan espacio, pero también busca sus opciones más cerca del aro. Y tampoco pierde la ocasión para atreverse a volar por encima de sistemas.
Son los versos libres del Baskonia, recitados una y otra vez en cada partido de la presente temporada. Tras ellos, Vanja Marinkovic se sitúa como el tercer anotador en discordia. Como ya sucediera en sus primeros pasos como profesional en el Partizan, el escolta serbio sigue peleando por ser algo más que un especialista en el lanzamiento triple. A sus 27 años, vive una curiosa paradoja. Sin ser la gran referencia en ataque del Baskonia, está cuajando su temporada más consistente como profesional con su mejor media anotadora en la Euroliga (11,1 puntos por partido), pero en plena 'pelea' con Moneke y Howard. Su carácter competitivo le llama a ser protagonista, pero el foco estelar tiende a girar hacia otras figuras del plantel baskonista.
En ocasiones, parece como su Marinkovic se viera obligado a recoger los tiros sobrantes que dejan los anotadores consolidados del equipo. En el perímetro, Howard marca la pauta de un equipo que abraza la modernidad que da prioridad al triple como principal arma ofensiva. Marinkovic no renuncia a un recurso que está en su ADN, pero debe buscar otras vías. Y en defensa, no pocas veces tiene que tapar, con mayor o menor fortuna, el hueco que deja un Howard que puede llegar a conceder mucho atrás. Una tarea un tanto ingrata, pero que el balcánico no elude.
Un palmeo decisivo
En la victoria lograda ante el Barcelona, su aportación se hizo notar en el último cuarto. Y más cuando el Barcelona se acercaba en el marcador y amenazaba con hacer añicos todo el esfuerzo baskonista de los minutos precedentes. El jugador de Belgrado probó con su distancia favorita, pero erró sus dos intentos triples en este último parcial. Su gasto fue el justo en comparación con los diez tiros de 3 lanzados por Howard durante el mismo período. El estadounidense era el hombre al que buscar y Marinkovic cambió registros para se más incisivo en otros aspectos del juego. Un rebote ofensivo suyo dio paso a un palmeo que dio oxígeno a su equipo y colocó el 97-92 a poco más de minuto y medio para el cierre.
Es el tipo de acción esforzada que aplaudiría cualquier entrenador. Así lo hizo Dusko Ivanovic y toda la grada del Buesa Arena. Luego, volvería el acierto triple a las filas vitorianas y Howard remataría con una diana una victoria formidable. El exterior de Nueva Jersey volvió a ser la gran estrella del encuentro, el fulgor más reluciente de un gran Baskonia. Mientras, Vanja Marinkovic, en un segundo plano con otra actuación laboriosa que sumar a su línea de regularidad en la presente campaña.
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