
Unicaja 95-91 Baskonia
El carácter sostiene, el cuerpo no aguantaSecciones
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Unicaja 95-91 Baskonia
El carácter sostiene, el cuerpo no aguantaCuando las fuerzas merman, al Baskonia le sostiene el carácter que empapa de realidad su acreditado lema. Tanto que Howard, intrascedente hasta su irrupción en el último cuarto, dispuso del triple para enviar el partido a la prórroga. Pero ante la vigilancia implacable de Díaz, ... el base pelirrojo que conserva la patente en la fabricación de grilletes, el formidable tirador azulgrana estrelló la pelota en la parte posterior del aro. Con ese desenlace concluía un duelo vertiginoso y espectacular que mostró otra imagen rotunda del conjunto vitoriano hasta que la fatiga le agarró por el cuello en el último tercio de una tarde apasionante.
Unicaja
Díaz (2), Carter (19), Barreiro (0), Osetkowski (16), Kravish (17) -quinteto inicial- Ejim (13), Kalinoski (2), Taylor (12), Djedovic (7), Thomas (2), Perry (5), Sima (0).
95
-
91
Baskonia
Miller-McIntyre (7), Marinkovic (15), Sedekerskis (16), Rogkavopoulos (3), Kotsar (0) -quinteto inicial- Howard (15), Raieste (6), Chiozza (2), Díez (3), Costello (24).
Parciales 27-35, 21-19 (48-54 al descanso), 18-17, 29-20
Árbitros García González, Serrano y Torres. Eliminado Markus Howard por faltas.
60-71 en el minuto 28 con el buen tono de Chiozza y un triple del bullidor Rogkavopoulos. Momento en el que valorar el coraje alavés de abatir a los líderes. Ganó al Real Madrid en la cita continental de hace diecisiete días y llevaba camino de reiterar la gesta en el jubiloso y abarrotado Martín Carpena (ACB). Pero el Unicaja, un bloque que juega al baloncesto sin tregua ni pausa, recurrió a su mayor eslora para ahogar a un Baskonia admirable que añoró la energía de Moneke, un imán en la captura de balones despedidos por los aros.
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El último tramo del tercer cuarto marcó el declive de un grupo vitoriano con mando en plaza hasta entonces. Habrá debates universitarios en torno a la existencia o no del cansancio con Dusko como catedrático del negacionismo. Pero parece evidente que mientras el cuadro local metió la sexta marcha y voló sobre el parqué, su desfondado y orgulloso oponente se enredó en un alud de pérdidas y concesiones de segundas y terceras oportunidades al adversario. Tal fue el desequilibrio de posesiones que el equipo de Ibon Navarro, firme atrás después del primer acto, dispuso de dieciséis tiros de campo más. Una barbaridad.
El vuelco en el marcador alcanzó proporciones destructoras. Entre casi el final del tercer acto y el minuto 33, el Unicaja de plantilla larga y bien utilizada para imponer un ritmo abrasador le metió al grupo vitoriano un parcial de 19-2 (79-73). Y no sólo eso. Aparte de los números, las sensaciones respaldaban a un cuadro local creciente según transcurría la cita que sólo ha caído dos veces este curso (Real Madrid y Valencia) ante una parroquia que llena las alegres misas dominicales del templo malagueño.
Una pena porque la puesta en escena del Baskonia bien se merece un marco caro antes de clavarla en la pared. A la entrada del Martín Carpena deberían de haber repartido máscaras de oxígeno para seguir sin perder aire semejante vértigo. Si al conjunto vitoriano le gusta correr, su rival enciende el intermitente y circula todo el rato por el carril izquierdo reservado a los adelantamientos. Un ritmo asfixiante, admitido por los dos, que cansaba sólo de verlo a través del televisor.
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El 27-35 del primer cuarto recordó escenas de un 'All Star' rabiosamente ofensivo que incluía en el programa el concurso de triples. Al menos desde la perspectiva azulgrana, que coló nueve de los doce intentados en un ejercicio de inteligente reparto de la pelota y excelsa puntería. Desde ahí edificó unas ventajas que ni los mismísimos Celtis se sentirían capaces de morder.
El arranque preciso de Sedekerskis, los dardos de Marinkovic, la solvencia anotadora de Costello... Pero también las aportaciones a otro nivel de Raieste, Díez y Chiozza. Hasta que la herida abierta en el rebote por la que manaba sangre a borbotones mostró la anemia de un Baskonia exprimido. El que estuvo a un triple de estirar la tarde. El mismo que encara ya dos entregas salvajes en Madrid.
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