Temor al silencio
La ausencia de público en las gradas deja al entrenador como único motivador del grupo y nos regala algunas intervenciones muy imaginativas
Transcurridas tres jornadas, y viendo la clasificación de la ACB, puede decirse que la vida ha cambiado poco. Estudiantes y Fuenlabrada siguen sin victorias en ... sus casilleros, recuerden que la pandemia les libró del descenso.
Los mejores, los de Euroliga, ya dominan la clasificación. Obradoiro y Bilbao Basket también sorprenden. El primero, por su imbatibilidad, aunque los gallegos suelen empezar siempre muy fuertes. Los bilbaínos, en cambio, llevan un rosco. Espero que no se pongan nerviosos.
De cualquier manera, la ausencia de público trastoca las lógicas de los partidos. En la última jornada se registraron seis victorias visitantes. Los equipos que juegan en casa soportan toda la presión sin el aliento de sus aficionados, juzgados por los medios de la ciudad y el grupo de los directivos más críticos.
A falta de estímulos de la grada, cae sobre las espaldas de los entrenadores la estimulación de la cuadrilla. En tres jornadas he oído a través de la televisión todo tipo de broncas, presiones y achuchones a cada cual más imaginativo.
Vidorreta, perdiendo de 20 en el campo del Murcia, soltó la siguiente frase: «¡Me cago en diez. Con vuestro cuerpo y mi sangre estos tipos no me quitan un rebote!». Después, por si no lo habían oído bien lo repitió en inglés. Txus tiene la ventaja de ser de Bilbao.
Pues bien, en ese momento los de Tenerife iban 20 abajo y solo quedaba el último cuarto, 10 minutos. Al final ganó el partido anotando 43 puntos en 9 minutos. No todo ocurrió por la calidad indudable de la sangre del entrenador, sino por sus recursos defensivos y su fe en el grupo, lo que provocó la paralización absoluta de Sito Alonso y de sus jugadores. Definitivamente hemos pasado del miedo escénico al temor al silencio.
Si tuviésemos que llegar al fin de temporada en la situación actual, algún equipo se derrumbará. Tendrán ventaja los que sus entrenadores tengan unos conocimientos psicológicos mayores. La temporada se hará muy larga y tediosa.
Por cierto, no me parece de recibo que el deporte no tenga un tratamiento con el resto de los espectáculos. ¿Cuál sería el peligro de que al Buesa pudiesen acudir 1.000 espectadores repartidos en una instalación pensada para más de 15.000?
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