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Tornike Shengelia (Tbilisi, 1991) persigue una despedida de Bolonia similar a la que vivió en Vitoria hace cinco años. El jugador georgiano ansía conquistar el ... título de la liga italiana antes de emprender un nuevo destino que alimente su hambre competitiva. El excapitán azulgrana es libre para negociar con cualquier equipo desde el 1 de enero. Acaba contrato con la Virtus el próximo 30 de junio, que no parece poder acometer otra millonaria renovación. El ala-pívot ha salido al mercado con unas pretensiones económicas también difíciles de alcanzar para el Baskonia, que un lustro después se niega a perder de vista a su mayor emblema de la última década.
De un tiempo a esta parte, el mercado de fichajes en Europa se ha convertido en una jungla poco propicia para historias románticas como la vuelta de Shengelia al Baskonia. Según las fuentes consultadas, el regreso del interior de Tbilisi parece lejano y puede que no se produzca nunca. Su salario se ha visto duplicado desde que partiera del Buesa Arena asegurando que dejaba allí un hogar. Su cariño al club y la ciudad se mantiene intacto, pero este verano aspira a firmar su último gran contrato de su prolífica trayectoria, aunque será dificil que logre igualar el salario de alrededor de dos millones que ha mantenido en las últimas campañas.
2 Millones
Salario aproximado que percibe el georgiano en la Virtus de Bolonia, algo similar a su contrato en el CSKA de Moscú.
15,6 Puntos
Promedio del ala-pívot esta temporada en Euroliga, además de 5 rebotes y 17,5 créditos de valoración media.
A las puertas de cumplir 34 años, el poderoso ala-pívot ha firmado unos promedios estadísticos (15,6 puntos, 36,2% en triples, 5 rebotes y 17,5 de valoración) similares a los mejores de su carrera en la Euroliga pese a sufrir algunos contratiempos físicos. Con esa carta numérica, busca alcanzar el equilibrio entre tener un papel protagonista y un club en el que poder ambicionar a las cotas más altas. Con la escasez de piezas del mercado europeo actual y su indudable calidad baloncestística, el baluarte georgiano se expone en el escaparate como un jugador apetecible para casi cualquier plantilla en Europa. El Panathinaikos se interesó por sus servicios el verano pasado y no se descarta que vuelva a la carga, lo mismo que el Efes.
El interés general se incrementa en los diferentes puntos de España con billete para jugar en la Euroliga. Su condición de cupo de formación en la ACB vale su peso en oro dentro del marco de contratación liguero, especialmente en el caso del Baskonia. Sedekerskis, Diop, Raieste y Savkov son los cuatro jugadores con ficha de nacionales (el mínimo exigido) inscritos en el plantel azulgrana. Solo los dos primeros disponen de un peso sustancial en la rotación de Pablo Laso, un inconveniente que la dirección deportiva que dirige Félix Fernández parece decidida a modificar.
Los impedimentos para el regreso de otro hijo pródigo (Nocioni, Prigioni o Marcelinho Huertas) se centran en que la entidad de Zurbano no se plantea rubricar otro contrato del calibre del de Markus Howard (hasta 2028). La presunta salida de Moneke, que acaba contrato, habilitará algo de margen salarial para la confección de la plantilla, pero muy alejado de los últimos emolumentos que ha recibido el ahora jugador de la Virtus y antes del CSKA de Moscú.
Otros dos puntos de la península donde monitorizan la situación del jugador caucásico son Real Madrid y Valencia Basket. En la capital siempre han tenido a Shengelia apuntado en la agenda. Los blancos le pueden ofrecer un papel similar al que adaptó Nocioni y la garantía de pelear por todos los títulos, pero no parecen dispuestos a pagarle un salario tan elevado. Por contra, los taronjas ya han demostrado un potencial económico muy superior al del Baskonia (caso de Costello) pero aún no tiene garantizada su participación en la Euroliga. Shengelia tampoco ve con malos ojos el regreso a la ciudad del Turia, de la que guarda buenos recuerdos en su etapa formativa (2007-2010).
El georgiano ha desarrollado en Bolonia un afecto similar al de Vitoria. El ritmo de vida mediterráneo le encaja para él y su familia pese a que su sueño sería volver a la NBA. Quitarse la espina de una competición que le pilló demasiado maduro, pero esa puerta parece cerrada.
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