Regreso de una incógnita por despejar
El Baskonia vuelve a la acción tras medio mes en barbecho y con Alec Peters de estreno ante un ogro que le ha vapuleado dos veces esta temporada
Por fin cierra hoy el Baskonia un paréntesis tan extenso como incierto. Una tierra en barbecho durante quince días desde el último compromiso, recordado con ... la sonrisa beatífica de los triunfadores, ante el Barça en el mismo frente europeo que hoy le devuelve al carril de la presunta normalidad. Medio mes de tregua chicha en un calendario efervescente que ha llegado a aplazar cuatro duelos entre la ACB (Burgos y Breogán) y la Euroliga (Maccabi y Efes). ¿Recuerdan aquellos tiempos en los que se programaban partidos de deporte al más alto nivel? Pues hoy vuelven, toquemos la madera de los tableros antiguos, con un plato de cuchara contundente en el palaciego mesón de la villa y corte.
Si de un concurso televisivo se tratase diríamos que la pregunta del millón atañería al equipo vitoriano. Toda una montaña rusa de sensaciones sinuosas en la boca del estómago, una incógnita por resolver cuya clave ni siquiera parecen encontrarla los componentes del plantel azulgrana. El mismo que tras sonrojarse la cara en encendido tono granate tras el pésimo primer tiempo en Zaragoza avasalló a todo un Barça dos días después. Concretamente la víspera de San Silvestre bajo el techo elevado del Fernando Buesa Arena.
Un modo de definir la tortuosa trayectoria del Baskonia durante este ejercicio que ya tiende a su ecuador apunta a los programas de misterio. Las carencias estructurales del grupo, acentuadas ahora con la salida de un pívot puro (Nnoko) que complemente el talento ofensivo de Enoch, explican en parte este ejercicio de funambulismo e inestabilidad.
Al tema. ¿Qué versión azulgrana se verá esta noche en el pabellón de la calle Goya? A saber. Entre las posiciones extremas de un cuadro vulnerable con déficit de baloncesto hasta las evocaciones de orgullo bien cimentadas en el juego cuyos últimos ecos conducen a la inapelable victoria ante el Barça. Eso sí, cunden las sensaciones de que la cita de hoy le llega a un grupo aún prendido con alfileres y más pendiente de alcanzar el primer objetivo de la temporada (el acceso a la Copa a través de la estación capitular de Lugo el próximo miércoles) que de de remar en contra de la corriente con el mapa de Europa a la vista.
Revertir las palizas
Hoy miden sus fuerzas dos conjuntos que ya se han enfrentado otras tantas veces esta campaña con sendas tundas incontestables a favor del Real Madrid. Ambas en Vitoria, una correspondiente al concierto internacional (60-88) y otra en el ámbito doméstico (65-83). Precedentes cercanos que agudizan la dificultad natural de derrotar a la Casa Blanca, firme candidata a la F4 de Berlín y dueña del tesoro más preciado. Aceptando que los 'pequeños' agraciados con el don del talento resuelven títulos en los duelos sin retorno, convendremos en que todo transatlántico que se precie de ello dispone de un grandote intimidador que separa la pesca en alta mar y la de bajura. Y en este sentido, Pablo Laso dispone de Tavares, el cancerbero más feroz a la hora de proteger las puertas del averno. Por contra, perdió a última hora a Rudy, positivo en Covid tras librarse del brote.
¿Enfrente? Esta 'x' de la ecuación por despejar que en las tardes de puerta grande viste terno de azul y grana. Un equipo más suelto adelante desde el relevo técnico en el banquillo, sobre todo en cuanto conciene a Baldwin y Enoch. Que lo mismo recuerda sus aires pretéritos de grandeza que mete las botas en el lodo de la mediocridad. Un grupo de jugadores de buen nivel (Granger, Baldwin, Giedraitis, Fontecchio, Costello, Enoch...) que recupera a otro de esa especie -el elegante 'cuatro' Alec Peters- mientras añora la ausencia de un ogro que condiciona partidos bajo las marquesinas de los aros. Sobre todo en el frente continental, donde se libran las batallas más cruentas por las reglas 'templarias' del baloncesto moderno.
La clave
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15 días desde el último partido del Baskonia, su contundente triunfo europeo ante el Barça
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2 tundas le ha propinado esta temporada el Real Madrid en Vitoria (60-88 y 65-83)
Marinkovic será la única baja por Covid y se suma a la ausencia de Raieste
Después de que el coronavirus se haya cebado por segundo año con el vestuario del Buesa Arena, el Baskonia vuelve a ver la luz casi al completo. El brote de Covid ha dejado la única baja de Marinkovic. El escolta serbio no viajó ayer a Madrid junto al resto de la expedición por «enfermedad», según confirmó Spahija. Tiene complicado llegar para el partido del domingo en Andorra, pero podría reincorporarse de camino a Lugo. Peor pinta lo de Raieste. El alero estonio sigue fuera de la dinámica de grupo, una tendencia habitual desde la pretemporada. En verano se operó del menisco de su pierna izquierda y tuvo que volver a pasar por el quirófano el 18 de noviembre. El club anunció que estaría de baja «alrededor de cuatro semanas» pero todavía no ha recibido el alta médica pese a que su regreso parecía ir de la mano con el de Alec Peters.
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