Querejeta: «En el Baskonia estamos en un momento en el que debemos espabilar»
«A nivel personal he sufrido muchísimo, pero ha merecido la pena», señala el presidente durante el documental que conmemora los 25 años del club vitoriano en la Euroliga
«El Baskonia es el equipo de baloncesto de Euskadi», se enorgullece Josean Querejeta. La satisfacción de un presidente pionero atesta el documental producido por ... el club y proyectado ayer en el acto de celebración por los 25 años ininterrumpidos del conjunto azulgrana en la Euroliga. La cinta de 26 minutos, vacía de entresijos, gira alrededor de «asumir riesgos» y «las menores posibilidades del entorno» con respecto a otras urbes. Solo abandona el componente corporativo con la reflexión del mandatario sobre la actualidad del equipo vitoriano. «A veces necesitamos que vengan tiempos más difíciles para espabilarnos un poco. Creo que estamos en un momento en el que debemos espabilar», reivindica.
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El dirigente de 67 años hace un llamamiento a avivar el pulso por «hacer cosas diferentes». De «ser inconformistas», como interiorizó hace décadas el otro protagonista principal del metraje, Alfredo Salazar. «Hoy en día los caladeros están todos saturados», lamenta. El secretario técnico revela las dificultades que se ha encontrado para fichar en el último lustro. «Hay mucha diferencia económica. Sabes que al final de año te van a quitar dos o tres jugadores», refleja. Por su parte, el director deportivo, Félix Fernández, adopta otro papel. «Estamos en un camino precioso, alentador y ambicioso», considera en un reportaje que cuenta también con las apariciones de Tadas Sedekerskis y Markus Howard.
La entidad azulgrana sitúa en Argentina el origen de su salto a la élite. «Yo le dije a Alfredo que había que ir a ver lo que había y traer jóvenes con contratos largos», cuenta Querejeta, muy seguro de sí mismo en todas sus intervenciones. «Ahora lo pienso y fue una temeridad. No había dinero, teléfonos ni vídeos...», medita Salazar, que buscaba jugadores más grandes. «En Vitoria sales a la calle y ves que somos pequeñitos». En Latinoamérica perfiló un instinto para fichar basado en tres criterios: «Talento, físico y carácter». Scola representaba lo primero. Nocioni lo segundo. En Vitoria se forjó lo tercero.
«Dueños de nuestro futuro»
El siguiente pasaje fue la creación y la entrada en la Euroliga. «Había la necesidad de ser los dueños de nuestro futuro y gestores de nuestros activos», apela Querejeta, que reivindica también los méritos del club para estar en la élite. «No fue una casualidad estar en la Euroliga. Con Manel Comas ya habíamos disputado tres finales de la Recopa». Y el Baskonia jugó la final de la primera edición de la máxima competición continental. Llegaba para quedarse.
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«La Euroliga hizo un contrato muy bueno con Telefónica y salimos beneficiados. Fuimos mejorando los aspectos deportivos y económicos», prosigue el mandatario. Es entonces cuando se aborda la compleja realidad del Baskonia. «Tenemos una ciudad pequeña, con menos posibilidades que otras y que tenemos que ser capaces de analizar y ver cosas diferentes para competir, sabiendo que esto es muy difícil. Otros tienen presupuestos muy altos y una liga doméstica que no es como la ACB. Les permite repartir los esfuerzos mucho mejor que nosotros», valora el máximo accionista.
Por sus palabras se deduce que es uno de los mandatarios que más ha alzado la voz en las reuniones de propietarios contra la última década de desequilibrio económico. «Al final, a medio y largo plazo, el que tiene más economía, a no ser que haga muy mal las cosas, siempre está arriba. El 'fair play' financiero debería existir, debería haber límites salariales, debería haber un baloncesto más sostenible que actualmente», defiende Querejeta. La Euroliga tendrá desde el año que viene un control financiero que castigará el exceso de gasto. Además, el dirigente de 67 años desliza la apuesta futura del club por seguir de la mano de la Euroliga pese al posible desembarco de la NBA. «Estamos en un momento importante, hemos renovado el contrato con IMG. Estaríamos 36 años en Euroliga. Tenemos la mejor competición a nivel deportivo y una capacidad de crecimiento importante. Tenemos que mejorar el trabajo que se está haciendo hasta ahora», sostiene.
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«No es sencillo» acoger otra Final Four
Por otro lado, parece aceptar la enorme dificultad de volver a acoger una Final Four. «Aparte de que el canon ya es más importante que en su momento en 2019, hay ciudades grandes que quieren albergarla. No es sencillo para Vitoria pero tenemos que estar contentos de haberlo disfrutado», pone en valor; además de agradecer el apoyo institucional. «Sobre todo de la Diputación, donde siempre ha habido gente capaz de captar eventos de estas características». Ramiro González, como representante del Gobierno foral, y la alcaldesa de Vitoria, Maider Etxebarria, acudieron al acto, aunque Querejeta y la regidora se mostraron distantes.
El lado íntimo del presidente, que el día 19 cumple 68 años, se abre paso al final del documental. «He sufrido muchísimo. A pesar de las satisfacciones, hay un trasfondo duro», admite. Sin embargo, no tarda en reconocer que «ha merecido la pena». «Las cosas han salido bien y debemos estar satisfechos y seguir corriendo riesgos», culmina con la aparente seguridad de tener muy claro el camino a seguir. Igual que hace 25 años.
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Félix Fernández también relata la dificultad de su papel como director deportivo. «Vitoria es una gran ciudad de baloncesto. Eso atrae a algunos jugadores y a otros no, que prefieren urbes más grandes. Siempre hay que buscar jugadores que se identifiquen con el proyecto», reitera. En esa tesitura entra en escena Markus Howard. «Fue una gran decisión de mis agentes venir aquí. Quería impactar con mi juego y mi entorno vio que era una gran oportunidad. Me siento muy afortunado. Tener aquí a mi hijo y evolucionar en la ciudad me emociona mucho», relata.
El estadounidense es el último ejemplo de gran tino de Alfredo Salazar. «Tenemos ese punto de atraer a jugadores como él, que necesitan un sitio donde darse a conocer y que no especulen con ellos. El Baskonia es un trampolín muy claro. Arriesgamos con los jóvenes e intentamos de sacarlos adelante», dice el secretario técnico. «El club tiene esa habilidad de sacar a los jugadores jóvenes. No tiene que cambiar la mentalidad», defiende el capitán Sedekerskis, presente en la proyección en el edificio Ondare en representación de todos los referentes baskonistas que aparecen intercalados en el documental.
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