Una plantilla criticada desde el inicio de temporada
Comparamos el equipo del año pasado con el actual y sus resultados
En palabras de Spock, que habla raro, pero le entienden todos, «la necesidad de la mayoría pesa más que la necesidad de unos pocos». Es ... decir, que el individuo se debe sacrificar por el grupo. Filosóficamente es bastante discutible, pero en el deporte, por cuestiones más monetarias que éticas, acaba por ser lo que sucede. Se destituye al entrenador, responsable del juego del equipo, porque no se puede despedir a toda la plantilla.
No es cuestión de buscar culpas. Es estéril además de inconsistente, pero sí se puede evaluar –con números– si la plantilla de este curso está en condiciones de igualar a la del curso pasado, la que heredó precisamente Perasovic con la marcha de Pedro Martínez, a la que mentió en el Top 8 de la Euroliga, y con la que se ganó una renovación para este curso a pesar de caer a las primeras de cambio en el play off de la ACB tras una catastrófico eliminatoria contra el Zaragoza.
Respecto al 'roster' del año pasado, los azulgrana presenta seis bajas y siete altas. Oficialmente es así. En la práctica, en ambos cursos la rotación real ha sido de ocho jugadores. Se fueron Voigtmann, Huertas, Poirier, Hilliard y Jones (más Sedekerskis cedido) y han incorporado a Henry, Fall, Stauskas, Polonara, Eric y Sergi García, hace dos semanas. Lautaro López también es miembro de la primera plantilla, como Penava, que ya lo era el año pasado aunque nunca cuente realmente.
Por pasaporte, la bajada de nivel es evidente. En especial si la supuesa estrella, el candiense Stauskas, nunca ha tenido un peso real en el juego del equipo.
De los 81,23 puntos por partido del curso pasado –son datos de Euroliga– se ha pasado a 74,66. El acierto cae un par de puntos tanto en tiros de dos cmo de tres. En los libres, del 75,2% al 67,8%. Solo se mejora en el número total de rebotes (35,29 a 36,93) y las asistencias se hunden, en una de las evidencias más llamativas de la pobre circulación de balón. Se daban 18,32 por noche en la letal conexión de Huertas con Poirier. Hoy son 13,2. Por ir a lo particular, de maner aleatoria. El jueves contra el Madrid, el Baskonia logro cero puntos al contraataque. En el partido de ida de Euroliga contra los blancos el año anterior –con Martínez aún en el banquillo– fueron 6. Los tantos por segunda opción ofensiva, doce en ambos casos.
Así las cosas, la valoración conjunta se ha desplomado de los 90,32 créditos en la temporada 2018-19 a los escasos 77,53. Escandalosos los 40 del último encuentro. Con 55 puntos y 35 rebotes ya se consiguen los 90 créditos. Hay que dejarse 50 en fallos, faltas y pérdidas.
En verano, el club explicó que se había confeccionado una plantilla física que defendiera a gran nivel y corriera el contraataque. Una apuesta clara por el espectáculo, con un tirador reconocido y excelso como guinda. La realidad ha sido justo la contraria. Los encuentros en los que el rival se ha ido más allá de los 100 puntos son habituales. La aportación desde el arco ha pasado de los 8,5 triples anotados por partido a solo 7,9. El entrenador era el mismo durante la racha ganadora del pasado y la derrotista de ahora.
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