A la caza de un timonel ejecutor
El Baskonia busca un jugador de perfil explosivo y con posible sello NBA para completar el puesto de base
C. PÉREZ DE ARRILUCEA
Viernes, 5 de agosto 2016, 21:31
Thomas Heurtel, Mike James y Darius Adams han impuesto un sello de alto voltaje al puesto de base del Baskonia en las últimas temporadas. A ... falta de directores cerebrales, especie en extinción, el club azulgrana trata de reinventarse en un puesto donde el mercado cada vez ofrece más piezas de corte ejecutor. Fue la tónica dominante el pasado curso a las órdenes de Velimir Perasovic con la dupla estadounidense de Adams y James y es un esquema que el Laboral Kutxa está tratando de reeditar en su reconstrucción de cara a la próxima campaña.
Eso sí, se trata de un calco con matices después de la contratación de Rafa Luz, teórico tercer base que apuntala el cupo de formación y, sobre el papel, da oxígeno a una plantilla que deberá redoblar esfuerzos ante un calendario sobredimensionado debido a la ampliación del formato de la Euroliga. No obstante, la llegada de Rodrigue Beaubois ya marcó la fidelidad al ritmo alto y al juego vertical, sin olvidar la polivalencia del jugador francés para actuar también de escolta. Ahora, el plantel azulgrana centra sus esfuerzos en completar una terna de unos a la que todavía le falta una pieza. Es uno de los objetivos de mercado inmediatos para la entidad de Zurbano.
El perfil queda claro y el Baskonia dispone de dos plazas de extranjero que gastar para sumergirse en el mercado estadounidense, donde hay calidad y cantidad donde encontrar el jugador que encaje con los deseos azulgranas. El estilo rompedor es la prioridad, con un posible sello NBA. No en balde, ya han surgido nombres vinculados al club vitoriano con corta experiencia en la mejor competición mundial de la que, de momento, han quedado desterrados. Según publicaba ayer la revista Gigantes, Bryce Cotton (23 años y 1,83 metros) y Shane Larkin (23 años y 1,80 metros) se encuentran en el radar azulgrana. Ambos coinciden en juventud y desempeñaron un papel más o menos secundario el pasado curso en la NBA en franquicias como los Grizzlies o los Brooklyn Nets.
Los dos también han buscado una nueva puerta de entrada en las Ligas de verano en la NBA y a buen seguro que sus agencias de representación lo siguen haciendo a medida que avanza el mercado estival. En este punto, el Baskonia sopesa opciones, espera a la posible irrupción de mejores alternativas, al tiempo que asume que las cotizaciones de ciertos jugadores libres pueden bajar en la medida que no logren el acomodo ideal que desean.
Dinero que gastar
No obstante, todo indica que el Baskonia tiene dinero que invertir en un período estival en el que solo el mayor poderío de otros pretendientes ha impedido retener a algunos jugadores revalorizados de la pasada campaña. Sucedió con Ioannis Bourousis o Mike James, ambos atraídos por el Panathinaikos a golpe de ofertas millonarias. Pero también se produjo con Fabien Causeur, seducido por una oferta sólida del Brose Baskets que dio al traste con cualquier amago del Baskonia para renovar su contrato.
Pero el caso más paradigmático sea quizás el de Darius Adams. El club vitoriano apostó fuerte por su continuidad e incluso llegó a trasladarle una oferta más que interesante para prorrogar su contrato. El jugador de Decatur recibió una propuesta de renovación por tres temporadas con un sueldo total de 2,7 millones de euros. Fue un esfuerzo que no recibió una respuesta positiva por parte de un Adams cuyo objetivo primordial en el inicio del verano era convencer a alguna franqucia de la NBA. No fue el caso y se decantó por el baloncesto chino. Firmó por el Xinjiang Flying Tigers chino por 1,5 millones de dólares para disputar una competición de cinco meses.
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