«No hay límites para este equipo, aún nos quedan más metas que alcanzar»
El pilar anotador en la serie contra el Panathinaikos, el base baskonista Darius Adams, afirma que «somos un conjunto con mucha química y eso nos hace más peligrosos»
Carlos Pérez de Arrilucea
Miércoles, 20 de abril 2016, 20:52
Darius Adams ha sido uno de los motores del Baskonia en la serie contra el Panathinaikos. Justo en el momento oportuno, su innata capacidad anotadora ... ha aflorado en toda su plenitud. Impermeable a cualquier controversia, el base de Illinois aparta con educación cualquier controversia sobre un estilo que no admite medias tintas. Con el pase a la Final Four ya conseguido, Adams transmite el sentir de una plantilla insaciable a medida que la cita berlinesa se acerca. «No hay límites para este equipo, aún nos quedan más metas que alcanzar».
-¿Pudo dormir la noche después de la gesta en Atenas?
-Para ser sincero, apenas he dormido. Estaba demasiado alterado. Hemos vivido algo muy grande en Atenas. Nos hemos traído una victoria que nos ha permitido cerrar la serie.
-¿Todavía procesa lo vivido en el OAKA?
-Resulta difícil porque todo es muy reciente. Me cuesta procesarlo, como supongo que les sucede a mis compañeros de equipo. Alcanzar la Final Four es algo muy emocionante. Está siendo una temporada asombrosa pero todavía nos queda trabajo que hacer.
-Sin Shengelia ni Causeur y con la baja de Hanga en los dos últimos encuentros del play off. ¿Cuál ha sido el secreto para tumbar al Panathinaikos?
-No hay secreto, sino un grupo de jugadores que ha dado un paso adelante. Cada uno hemos asumido nuestra responsabilidad. Sabíamos que afrontábamos dificultades, pero somos un equipo que ha sabido juntar fuerzas. Conocíamos dónde estaba nuestra oportunidad y supimos poner en práctica el plan de partido para terminar el trabajo.
-Las bajas le han llevado a compartir muchos minutos con Mike James en la serie. El recurso funcionó a la perfección.
-Es divertido compartir cancha con Mike (James). No lo hemos hecho muchas veces esta temporada, pero alguien tenía que entrar para cubrir las bajas. Ya fuera él o yo asumiendo el puesto de escolta, ha sido un recurso que ha funcionado. Creo que los dos somos buenos jugadores que intentan dar mucha energía al equipo. Podemos jugar para nosotros, pero también para el resto de nuestros compañeros. Nos supimos ajustar a estar juntos en la cancha. Mike y yo podemos crear por nosotros mismos pero también para otros jugadores.
-En el arranque de temporada no hubiera encontrado muchas personas que creyeran que este equipo podía alcanzar la Final Four. ¿Y ustedes?
-Nosotros siempre hemos creído. Teníamos nuestros objetivos en el inicio de temporada y los hemos perseguido. Siempre hemos sabido que se nos consideraba un candidato con escasas posibilidades, pero hemos demostrado que eso no era cierto. En todo momento hemos sabido de lo que éramos capaces. Lo que hemos hecho es dejar que nuestros partidos y nuestro juego hablaran por nosotros.
-Ahora, ¿cuál es el límite? ¿Se puede pedir más a este equipo?
-No hay límites para este equipo. Tenemos más metas que alcanzar y queremos mantener la dirección correcta.
-¿Con qué imagen se queda del último triunfo en el OAKA?
-Con la de todos los compañeros celebrando el triunfo en el vestuario. Un equipo feliz después de haber logrado uno de los objetivos que teníamos al principio de la temporada. Esa es la imagen que voy a recordar toda la vida. Fue una sensación increíble.
-¿Un grupo unido?
-Desde luego. Somos un equipo con mucha química, es lo que nos hace más peligrosos para los rivales. Muchos de nosotros hemos competido juntos durante dos años. Es una sintonía que nos ayuda mucho en la cancha.
Corazón y carácter
-Tras un camino complejo en el que el Baskonia ha doblegado a algunos de los grandes de Europa, ¿asume que están a dos partidos de ser campeones de la Euroliga?
-Nosotros también nos consideramos un gran equipo. Lo que tenemos que hacer en Berlín es lo que hemos hecho durante toda la temporada; imponer nuestro juego. Mucha gente podía pensar que no íbamos a llegar tan lejos, pero nosotros sí sabíamos que era posible. De cara a la Final Four, la actitud tiene que ser la misma. Debemos seguir demostrando corazón y carácter. No hay que tener miedo a nada. Yo no lo tengo y tampoco el equipo.
-Prepárese para la peregrinación de la afición azulgrana a la ciudad germana.
-Eso será fantástico y justo lo que necesitamos. Nos hará falta esa energía para intentar llegar a lo más alto. En el OAKA, teníamos muy en mente a la afición. Será magnífico tenerlos ahora en persona en Berlín.
-Su estilo de juego suele exponerle a la crítica. ¿Nota que siempre tiene que demostrar que es capaz de competir a este nivel?
-A lo largo de mi carrera siempre he intentado mejorar mi juego. Cada uno puede tener su opinión, pero a este tipo de cosas no suelo prestarle demasiada atención.
-Tras el triunfo de anteayer, Perasovic insistió en defender su juego y el de James y en dar por muy complicado su posible continuidad en el Baskonia la próxima campaña. ¿Tan difícil es que se queden?
-No quiero mirar tan lejos. Voy a tratar de terminar la temporada de la mejor manera posible. Luego, ya veré qué camino tomar.
-¿Sonrió Perasovic en el OAKA?
-Claro (risas). Me dio un gran abrazo. Es una gran sensación haberle podido ayudar a volver a una Final Four.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión