Spagnolo defiende a Parker. Jesús Andrade
Análisis

Hay quinto malo

Viernes, 17 de octubre 2025, 23:28

El apoyo al pueblo palestino por las calles de Euskadi fue la bomba. Que la paz las calle definitivamente debe ser el objetivo prioritario por ... mucho que algunos se empeñen en seguir dando guerra. Pelear, recuperar las buenas sensaciones y mejorar la imagen es lo que pretendía hacer un Baskonia entre algodones.

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Blanco sobre negro

El pabellón con pocos ángeles de la guarda o lo que viene a ser un recinto desangelado. Abrimos el marcador con canasta de dos a la que respondieron de tres en tres con Marinkovic como protagonista. Es lo que tienen los buenos recuerdos. Los 1x1 vascos y serbios eran una OPA hostil a las defensas individuales de las que sacaban provecho Spagnolo, Diallo o Jones. El partido transcurría entre faltas, pitidos y algún despiste visitante que nos venía de cine por mucho que la peli fuese un tostón.

A falta de pan buenas son siempre las tortas. Nadie se alejaba del otro posiblemente por defecto más que por exceso. Galbiati, que tiene un aire a Mercury, movía los brazos tratando de contagiar al público asistente a un concierto desafinado. Pero comenzó a afinar Dylan y ¡hala!, Bonga a meter. Menos mal que entre la vista de Markquis, la calidad de 'Timo' y las cosas de Samanic logramos seguir a unos dedos de distancia. Hasta que Parker escribió negro sobre blanco para que Zeljko no enrojeciera.

Washington capital

Buena salida, con triple de Nowell, como las txistorras y lechugas de los juzgados. Sin embargo en un voleo sus dos jotas nos la bailaban con más maña que fuerza. Tiempo muerto de 112 por parte de Paolo para poner freno al palo que nos daban. Nuestro tiro exterior era una caricatura, lo que unido a la escasez de acelerones convertía al ataque vitoriano en un garabato. Nuevamente Luka y Luwawu levantaban al malherido en momentos en los que olía a difunto. Ellos junto al bravo Hamidou y el descarado Frisch nos alejaban del ateísmo.

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Siempre es mejor tener en la cancha gente con amenaza real que a esos que tiran de mentira. Igualamos la contienda al inicio del último acto, lo que ya era un susodicho de fe. Gran trabajo de Diop en las labores ingratas que el Baskonia agradeció. Avanzaba el minutero, a veces clamando un relojero, entre aclarados a Jones, mandobles compartidos y canastas en paro. Canastas capitales de Washington y otra derrota en la de Euskadi.

Final

Hay quinto malo para un Baskonia que se vino abajo en tres minutos. Duane, su número 4, nos amargó el final del último cuarto con su acierto. Es lo que tiene un deporte donde el punto de mira siempre es clave, se mire por donde se mire. Ya toca pensar en Granada, donde hay que recuperar la mano.

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