Demasiada energía
Estrella Roja no es un equipo espectacular pero sí complicado de ganar porque te lleva al límite físico con una de las plantillas con mayor capacidad atlética de la Euroliga
Imagínese: soltar una migaja de pan al suelo –no está bien, lo sabe– y se acercan de inmediato palomas revoloteando a ver quién dispone del ... trozo más grande. Todas se llevan algo, más o menos, pero en ese momento la alegría, y la disputa, se desparraman un rato. Los grupos, claro, funcionan mejor con incentivos positivos; luego en lo negativo, las miradas amenazantes se entrecruzan como láser en 'La Guerra de las Galaxias'.
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Estrella Roja ha reunido esta temporada un grupo que, a vista de personas que de alguna manera comprenden la manera de construir equipos, no deja de sorprender. El equilibrio es una de esas pautas que se tienen en plantillas largas, basado en criterios como exteriores vs. interiores, jugadores con clara visión de ataque vs. defensores con criterio, generadores de ventajas vs. jugadores de equipo, líderes individuales vs. 'obedecedores' de instrucciones, jugadores de rendimiento inmediato vs. proyectos a medio plazo a quienes se 'perdonan' los errores, etc. Uno ve la plantilla de Estrella Roja, ve estos primeros partidos iniciales, y descubre que hay tal cantidad de adrenalina y de años de experiencias y batallas vividas que solo piensa en una cosa: si sale bien, funcionará, pero como falle algo…
De entrada, cierto es que si nombramos a Miller-Mcintyre, Dos Santos, Canaan, Carter, Graham, Kalinic, Nwora, Ojeleye, Dobric, Moneke, Izundu, Rivero, Motiejunas… se abren los ojos ante semejante calidad e intensidad que representan sus nombres. Es también verdad que ahora mismo las lesiones de Canaan, Carter, Dobric y Rivero minan la rotación, pero aún y todo el equipo tiene las suficientes bases para competir con cualquier equipo de la Euroliga, con cualquiera, se lo aseguro.
Quien de verdad está liderando a Estrella Roja en este inicio es el exazulgrana Cody Miller-Mcintyre
Comparten no solo una camiseta que de por sí representa una fuerza especial, la de Belgrado, histórica y enérgica al mismo tiempo. Los jugadores lo saben y se mutan como parte de la grada en cada acción que realizan. Comparten también, a priori, una ambición y un orgullo individual sin límite que tienen muchos de ellos por ser un estandarte de un triunfo, que no lo olvidemos es colectivo. Si el éxito en esta parte de Belgrado se medirá de alguna manera será sin duda por la cesión del ego en beneficio colectivo. Esta será la tarea más dura de su recién nombrado entrenador, Sasa Obradovic, que ha comenzado una nueva etapa en el equipo que le vio emerger.
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Kalinic es junto con Davidovac los máximos exponentes de lo que representa Estrella Roja. Pero quien de verdad está liderando el grupo en este inicio es nuestro conocido Codi Miller-Mcintyre. La progresión de Codi en estos últimos años le confirma como ese jugador que lidera de verdad, no manda, lidera. Ha conseguido aglutinar a su alrededor a sus compañeros que le miran como a quien imparte recomendaciones a seguir. Él, con su ejemplo, es el primero que ejerce como tal; 'si queréis, seguidme' parece decir.
Desde su juego se proyecta la identidad de un equipo muy agresivo, muy intenso en defensa, con mucho contacto físico y con una capacidad atlética de las mejores de esta Euroliga; y un equipo pausado en ataque, que intenta llevar el balón siempre donde esté la mejor ventaja para el equipo, a veces desde fuera, otras desde el triple, otras desde la verticalidad del 1x1 u otras desde la transición explosiva en cuanto recuperan el balón. Estrella Roja no es un equipo espectacular pero lo que sí es, es un equipo complicado de ganar porque te lleva a un límite físico tal que responder solo está a la altura de pocas plantillas. Es en ese límite, en esa energía, desde donde se contagian todos para dar el máximo, revoloteando alrededor de la victoria, y picando donde sea para alzarse con ella.
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