Jean Montero, el heredero de Chicho Sibilio
La perla dominicana empezó a encestar en ruedas de bici, le entrenó el mito azulgrana y llega al Buesa Arena tras descansar en Euroliga
El mítico Cándido 'Chicho' Sibilio se fue de Vitoria en 1993 sin querer saber nada del baloncesto. La muerte de su hermano le atravesó y ... le quitó las ganas de jugar. Regresó a la República Dominicana con la intención de desentenderse del deporte que le fascinaba hasta que un día su hijo le pidió que le entrenaba. Creó su fundación por amor de padre. Por ella pasaron centenares de chavales, incluído uno de los jugadores que ahora gobierna la ACB pese a tener solo 22 años. Jean Montero, el jugador franquicia de uno de los mejores Valencia Basket de la historia, es un prodigio talentoso y carismático, y también con episodios polémicos como algunos de los que protagonizó el mito baskonista antes de recalar en la capital alavesa.
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Todo en la vida del jugador taronja ha ido muy rápido. A los 11 se aburrió del béisbol y lo apostó todo al baloncesto. Con 13 se fue de su casa para tratar de prosperar. A los 16 tuvo un hijo, Jaylen, y, entre las muchas ofertas que tenía, apostó por la del Gran Canaria. De la isla salió por la puerta de atrás, enfrentado al club. Llegó hasta no presentarse a los entrenamientos en el verano de 2023. Con 21 años ya había ganado tres galardones de mejor jugador joven de la liga. Primero cedido en el Betis y en el Andorra (cuando el Baskonia le quiso reclutar, toda Europa estaba detrás de él), y luego ya como estilete de un Valencia que junto a Pedro Martínez quieren poner en otra dimensión.
Montero, renovado este verano con un salario de dos millones de euroes, podría ser uno de los jugadores mejor pagados de la Euroliga. Ofer Yannay, el propietario del Hapoel Tel Aviv, llegó a decir que estaba dispuesto a ofrecerle «un contrato de diez años». «No sigo el dinero en este momento. Y no debería. Todavía soy joven», comentó.
La transición de tres motes
La perla dominicana se crió en una familia pequeña y a la vez grande. Es hijo único, pero con hermanos de parte de sus dos progenitores. También con un tío que tenía muchas camisetas amarillas y moradas con el nombre de Bryant. Con sólo 6 años, Montero se entretuvo en la calle con unos vecinos que veían las finales de la NBA de 2010. Lakers versus Celtics. Desde entonces, pidió que le llamaran Kobe.
Fuera de su casa se enfrentaba a James, por Harden. Era su primo Smerling, cuatro años mayor que él. Su alma gemela falleció. Le mataron cuando tenía 13. Corrió el riesgo de entrar en el mundo de la delicuencia. «Todos saben cómo acaban estas cosas», lamenta el exterior taronja. Al contrario que otros de sus compatriotas, como Andrés Feliz, no tuvo apreturas económicas. Por Reyes, en casa solía caer una bicicleta de regalo. Pero no era el ciclismo lo que le divertía. A una de las bicis le quitaron una rueda, le rompieron los radios y la atornillaron a una tabla de madera. Así podía jugar con su primo, alias Pochocho, siempre que quisiera.
Pocos dominicanos se libran de de tener un apodo. Sibilio era Chicho. Montero, Jean 'Cabeza'. Le decían que tenía la testa muy grande. Aél no se lo parecía. Y, gracias a una web local y su capacidad para desbordar a sus rivales, logró que le cambiaran el mote. Siempre en categorías superiores a su edad, disputó un torneo clasificatorio para el mundial sub-16. Le metío 42 puntos a Argentina, 30 a Estados Unidos. Así empezó a ser 'El Problema'.
Hay varias anécdotas que reflejan el tipo de personalidad del astro caribeño, que rebosa confianza, y autoestima, a caballo entre la chulería y la determinación envidiable. En ese mismo torneo americano, su debut no cumplió con sus expectativas. En el hotel, los responsables de la selección requisaron los móviles y los dispositivos electrónicos a los chavales para evitar distracciones y favorecer las relaciones entre ellos. El exterior, que el año pasado fue el segundo jugador más valorado de la ACB (19,2) y el tercero en la lucha del MVP, se guardó una tablet y esa noche estuvo varias horas viendo vídeos de Kobe Bryant.
Otro de sus referentes es Facundo Campazzo. En pleno duelo de febrero de 2023 en el que se jugaban el Mundial Argentina y la República Dominicana, se atrevió a retarle. «Te tengo cogido porque ya tengo mucho tiempo viéndote jugar». Salió ganador. Al igual que Sibilio, mantiene un fuerte arraigo con su tierra pese a salir muy joven. Su sueño era la NBA, lo único que se le ha resistido hasta la fecha. Estuvo un año cedido en Estados Unidos para el Draft de 2022. Los especialistas llegaron a estimar que le escogerían en primer ronda. Pero pasaron las elecciones, salió el nombre de Matteo Spagnolo y no el suyo. Decían que defendía poco y su físico era endeble. Al Buesa llega después de descansar en Euroliga por el jet lag de haber jugar con su selección, donde tuvo un mal partido. Le convierte en más peligroso.
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