Howard, presa de su punto débil

La vitalidad del Joventut dejó en evidencia el favoritismo de un Baskonia desestructurado y destensado desde el minuto seis. La escuadra alavesa firmó una estimulante puesta en escena con el amplio repertorio del fiero Giedraitis y una sólida versión de Enoch en ambos lados de la pista. 4-17 de salida hasta que Darius Thompson se sentaba en el banquillo y la segunda unidad azulgrana sufría un parcial de 14-2 con el que se equilibró el duelo.

Una pérdida de Heidegger al inicio del segundo cuarto fue motivo suficiente para que Peñarroya devolviera a la pista a su base principal y su referente ofensivo. Howard ya contaba con una falta y le habían buscado la segunda en su primera rotación. Es ahí donde aparecen los intangibles de Pau Ribas, ensombrecido estadísticamente por Tomic o Parra, pero determinante en el resultado del encuentro. Anotó el triple que metió al Joventut en el partido y levantó al público, y sacó un dos más uno que supuso la tercera falta de Howard cuando tan solo se cumplía el minuto 15.

Peñarroya se enfadó ostensiblemente, como si la consigna de contenerse con las personales hubiera sido una de las asignaturas de la semana. El estadounidense agachó la cabeza y enfiló el banquillo, en un estado mental en el que quiere meter el segundo triple antes que el primero. Aunque su punto débil es su propensión a hacer faltas o no lograr disimularlas aún en el alto ritmo de juego europeo al que tan bien se ha adaptado en ataque. Si Tavares abandera la queja de que la diferencia de faltas que le pitan a favor y en contra es desproporcionada por que se le ve mucho al ser tan grande, Peñarroya parece protestar que a Howard no se las pitan a favor por ser el más pequeño del lugar. De esta guisa, el técnico se llevó una falta técnica por un reproche airado y escabroso a los árbitros. Howard le agradeció la defensa clavando un triple sobre la bocina y en movimiento y tres tiros libres con los que volvió a darle la vuelta al partido (47-50) que no tardó en enfilar un tono dramático.

Porque Duran sacó a Kyle Guy, el 'Howard' de Badalona, para que el azulgrana le persiguiera por toda la pista, con el consiguiente riesgo de falta. La que llegó en el minuto 31, con 72-60 y Howard en 11 puntos y 2 de 7 en triples. Ya no había referente en ataque, y el rigor defensivo hacía tiempo que desapareció. Los vitorianos se desangraron en el rebote desde el segundo cuarto. El balance final fue 37-27, con once concesiones en ataque inasumibles para salir vencedor de una eliminatoria de cuartos de final en el feudo del anfitrión.

Para colmo, el Joventut, el equipo que menos triples anota de media en ACB (7,6 y 32,3%), se fue hasta los once y 39% de acierto, mientras que los azulgranas, los mejores en esta faceta, se quedaron en 10 y un 35%. El Baskonia vuelve a casa cabizbajo, con una estrella por debajo de lo esperado, y una afición a la que siempre le quedará la duda de qué hubiera ocurrido si Henry hubiera estado sobre la pista.