Un gigante en busca de coraza

Las estadísticas de Fall en la Liga francesa hablan de un interior de alta producción (14,5 puntos, 8,4 rebotes y 19,3 de valoración por partido). Collet resalta los tiros libres y ciertos movimientos de ataque cerca del aro como aspectos del juego que el senegalés ha mejorado en la temporada recién concluida. Sin embargo, se expresa con sinceridad a la hora de apuntar una cuestión capital. «Todavía necesita desarrollar su nivel de dureza». Es el siguiente paso a dar para poder encontrar un encaje en el Baskonia y mantenerse en pie en frentes aún desconocidos como la Liga ACB o la Euroliga.

Las dimensiones físicas de Fall marcan su baloncesto. Collet ha tenido bajo su mando a un pívot que «corre bien la cancha, con una movilidad por encima de lo normal para su estatura». Fall acreditó los mejores números de la escuadra alsaciana, que cayó en la ronda de cuartos de la Liga gala ante el Dijon. Sin embargo, también encuentra dificultades cuando choca en la pintura con rivales capaces de confrontar a golpe de músculo el muro de sus 221 centímetros. «Ahí es donde puede tener problemas. Debe aprender a luchar sin depender exclusivamente de su altura. En la ACB y en la Euroliga se va a encontrar interiores mucho más duros que en Francia. La carga física será superior», señala el preparador galo.

A pesar de contar con flancos aún vulnerables, colocar la imponente figura de Fall bajo el aro propio o el ajeno tiene ventajas indiscutibles. Elevar el balón a las alturas para que lo cace al vuelo el jugador de Dakar a una altura inalcanzable para gran parte de los defensores y luego hundirla en el aro rival puede ser un recurso recurrente. «Este año muchos compañeros le daban asistencias porque hablamos de un gran finalizador. Y lo es no solo por lo que mide sino también porque tiene muy buenas manos». Collet destaca rasgos nada desdeñables para un jugador inexperto, pero nada torpe. Eso sí, aún hay margen de progresión para añadir más recursos a su repertorio. «Puede mejorar en su capacidad de pase, en el juego dentro-fuera y en la conexión con sus compañeros cuando las defensas rivales le quieren cerrar con un 'dos contra uno'».

La obligación de progresar es recurrente en el discurso del seleccionador 'bleu'. Y siempre con la agresividad como ingrediente clave. «La Euroliga es una batalla cada noche. El siguiente paso de Fall debe ser mejorar esa dureza para pelear en este tipo de guerra, ser capaz de proteger su espacio mucho más».

Tras comprometerse con el Baskonia, Fall cerró su etapa en el Le Mans para completar su año de cesión en el Estrasburgo. Es la misma plaza donde otro interior como Louis Labeyrie realizó su rodaje previo al salto al Valencia Basket. Collet recuerda que al ala-pívot taronja le costó «un par de meses» hallar su sitio en el equipo de Ponsarnau y alerta del peligro de cargar sobre los hombros del poste azulgrana demasiada responsabilidad. «Si se espera demasiado de él desde el principio puede ser una decepción». Mientras, revela que a lo largo de la temporada ya concluida, se ha esforzado por dejar claro al gigante baskonista lo diferente del baloncesto al que se tendrá que amoldar en pocos meses. «He hablado mucho con él para hacerle entender a lo que se enfrenta. Aún le falta por mejorar, pero es el el momento adecuado para dar el salto. Es áun joven y necesitará tiempo. Puede que pase un año difícil, pero debe afrontarlo».

El preparador de Sainte-Adresse se muestra expectante respecto al papel que le asignará Velimir Perasovic a su nuevo pívot. «Quizás todavía es pronto para que destaque a un nivel tan alto como la Euroliga. No lo veo aún como 'center' principal, aunque hay jugadores que siempre te sorprenden». Eso sí, el preparador croata tendrá entre manos «un jugador muy entrenable, con una gran habilidad para aprender», según su colega de profesión. Collet remarca la personalidad de un Fall tan grande en altura como en bondad. «Es muy buen chico, a veces demasiado», bromea el jefe de la armada francesa.