El fino hilo que sostiene la ambición del Breogán
El proyecto del recién ascendido que lucha por la Copa se debilita entre la búsqueda de un nuevo entrenador y la dependencia de la agencia BeoBasket
Hace diez días Paco Olmos detonó una de las mayores bombas de los últimos años en la ACB. El entrenador del recién ascendido Breogán, clasificado ... virtualmente para la Copa del Rey, se bajaba del barco lucense para tomar las riendas del San Pablo Burgos, penúltimo clasificado. Una decisión puramente económica, «con un salario 4, 5 o 6 veces mayor» pero con un trasfondo detrás que arranca en verano y que tiene mucho que ver con su agencia de representación y la viabilidad del proyecto en el Pazo dos Deportes de Lugo.
El camino que decidió tomar el club celeste con el objetivo de la salvación se gestó en Madrid a mediados de julio. Tres semanas después del ascenso, el director general del club, Tito Díez, vio claro el rumbo que debía tomar el proyecto para evitar que ocurriera lo mismo que en la temporada 2018/19. El conjunto lucense solo duró entonces una campaña en la ACB y consumó su descenso con el exjugador en el banquillo, que pasó entonces a ser directivo.
Tras varias conversaciones telefónicas, Díez, se citó en la capital con Paco Olmos como agente libre y su representante, Moisés Cohen, hombre fuerte en España de BeoBasket, la principal agencia de baloncesto en Europa. Entre los tres intercambiaron sus puntos de vista y tejieron una sociedad por la que el valenciano fue nombrado nuevo entrenador y la agencia que preside Misko Raznatovic facilitaría la llegada de nuevos jugadores.
Diego Epifanio, el técnico artífice del ascenso, quedaba destituido pese a su apabullante dominio durante el play off que finalizó en el Palacio de los Deportes de Granada, dentro de un mes sede de los sueños coperos de ocho clubes. Entre ellos quiere colarse el del Breogán, que sí decidió apostar por la continuidad del núcleo duro de la plantilla, renovando a los hermanos Quintela, Iván Cruz, Mindaugas Kacinas, Adam Sollazzo y Kevin Larsen. Sin embargo, los dos últimos ya han rescindido su contrato por la falta de minutos.
La compenetración con la empresa líder del sector, con la que el Baskonia ha tenido varios desencuentros, supuso la contratación de cinco de los seis fichajes estivales. Jugadores de alto caché como Rasid Mahalbasic o Trey Bell-Haynes, piezas polivalentes como Jordan Sakho y Marko Lukovic y una gran estrella, Dzanan Musa, que en condiciones normales estaría lejos de su alcance. El alero bosnio de 22 años, con dos temporadas en la NBA, llegaba procedente del Anadolu Efes, es el máximo anotador (19,1 puntos) y el más valorado (20,7) de la ACB. Al igual que el técnico, incluyó una cláusula de salida en su contrato, aunque todo apunta a que ha decidido quedarse hasta final de temporada pese al interés de equipos de la Euroliga.
El pilar bosnio
El ex de los Nets es uno de los principales factores que sustentan al Breogán en la parte alta de la tabla. Otro es el ambiente del Pazo. Un pabellón que aprieta y disfruta. Allí solo han ganado el Madrid y el Joventut el pasado domingo. Un arranque fulgurante y un excelso mes de diciembre dejaron a los lucenses a las puertas de clasificarse para la Copa del Rey. Un hecho que, a escasas horas de recibir al Baskonia, parece quedar en segundo plano tras el terremoto provocado por la marcha de Paco Olmos y la turbulenta situación del club. «No saldrá ningún jugador. Estamos más que implicados con el proyecto. Con el limitado presupuesto del club hemos colocado jugadores muy importantes», aseguró Moisés Cohen por la inquietud por una posible marcha de Musa o Bell-Haynes. Toda una declaración institucional.
La agencia sigue a lo suyo. Tras la rescisión de Larsen, incorporó a su sexto jugador en plantilla, Nikola Jankovic, y tantea la búsqueda del relevo de Olmos con la llegada del seleccionador croata Veljko Mrsic. Raznatovic trabaja en un acuerdo con la Federación del país balcánico para liberarlo y que se mude a Lugo. Aunque, por el momento, el asistente Javi Muñoz es el técnico interino que tratará de llevar al Breogán de vuelta a la Copa, en la que su última participación data de 1995, también con sede en Granada, donde dio inicio el sueño lucense de volver a sentarse en la ACB.
Mientras, la marcha de Olmos ha supuesto la primera decepción del Breogán con BeoBasket. El futuro de la entidad gallega en la máxima categoría y el objetivo de la permanencia dependen de lograr cinco triunfos más, pero su ambición pende de un fino hilo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión