El filial del Baskonia, muy cerca de descender a Liga EBA
A falta de dos jornadas, solo una carambola le llevaría al play out tras caer con claridad ante el Algeciras (81-90)
El desarrollo de jóvenes talentos en la cantera azulgrana se ha vuelto a topar con la dura realidad de la LEB Plata. El filial del ... Baskonia ha transitado por un camino de espinas durante toda la temporada, instalado en el fondo de la tabla, y está a un paso de certificar su descenso a Liga EBA. Este domingo ha caído sin contemplaciones ante el Algeciras (81-90), que sentenció el encuentro en el tercer cuarto, y únicamente el pundonor les ha permitido maquillar el resultado en los minutos finales.
A falta de dos jornadas, es colista a dos victorias del Tormes y el Talavera. Para poder eludir el descenso directo y luchar por la salvación en el play out contra los del grupo Este, los vitorianos deberán ganar los dos partidos y que sus oponentes pierdan todo. El hipotético triple empate beneficiaría a los de Miguel Ángel Hoyo gracias a la mayor suma de puntos a favor en los encuentros entre los tres implicados.
Pese al cambio de entrenador, con la destitución de Fabián Tellez y el regreso de Miguel Ángel Hoyo, y la llegada de varios refuerzos como Pavel Savkov, que venía de estar cedido en el Fuenlabrada de la ACB, la mejoría del equipo ha sido leve. Frágil defensivamente, con serios problemas en el rebote e inconexo en ataque, tres lagunas que tan solo le han permitido ganar cinco partidos de 24 en lo que va de curso.
Si el descenso se acaba materializando, volverá a traer consigo una reflexión interna a los gestores azulgranas. El verano de 2021 diseñaron un equipo potente con el objetivo de regresar a LEB Plata, logrando el ascenso en mayo de 2022. Pero en menos de un año, la entidad vitoriana se encuentra en el abismo, muy cerca de poner fin a su segunda aventura en la tercera categoría del baloncesto nacional, la misma a la que decidió renunciar en 2019 después de dos temporadas en las que logró la salvación no sin un buen número de sinsabores.
En aquel momento, el Baskonia optó por el modelo de cesión de sus mejores proyectos baloncestísticos y recolocar al filial a un nivel de exigencia acorde para el desarrollo de sus becados. Un modelo que viró ligeramente este verano, con la llegada de hasta ocho fichajes, la mayoría experimentados en la categoría, para dotar de mayor veteranía a la plantilla.
Se sumaban a veteranos como Maxi Solé (1988) o Marcos Portález (1995). De esta forma, se pensaba que ayudarían a adquirir un mayor nivel competitivo a las perlas Pape Sow (2003), Franger Pirela (2002) y Ousmane Ndiaye (2004), que apenas han dado muestras del crecimiento esperado, engullidos por la desaliñada dinámica del equipo nodriza del Baskonia. Contrasta con el buen momento de la cantera a efectos del primer equipo. Con tres canteranos en sus filas (Sedekerskis, Kurucs y Raieste) y otros tres con proyección para asentarse al más alto nivel (Cissoko, Hazlik y Savkov).
De proseguir el club con la intención de que su segundo equipo compita en los niveles más altos posibles pese al más que posible descenso, deberán buscar un socio con plaza en LEB Plata para permutar las posiciones como ya hiciera, en el rumbo contrario, con el Círculo Gijón en 2019.
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