La dieta de Pacheco y Shengelia para toda la familia
Salud. El equipo de nutrición Alavés-Baskonia abre sus puertas al público
Olga Jiménez
Miércoles, 12 de febrero 2020, 00:21
Como en la vida cotidiana, cada deportista es un mundo con singularidades y necesidades. También con sus servidumbres. Desde la implantación hace un año de ... la figura del nutricionista, los jugadores de Alavés y Baskonia tienen como obligación desayunar y comer en el club. Una pauta que permite un mejor control. Y es que hace un tiempo que en los equipos deportivos profesionales la figura del nutricionista se ha hecho imprescindible.
En un día de entrenamiento normal, esa comida incluye carne o pescado, crema de verduras, fruta o yogur. Lo normal, a priori. Si un partido es a las 14 horas, hay cambios. Se come a las 9.30 horas con un alto aporte de hidratos de carbono: es decir, pasta, arroz, patata o boniato. La proteína se reduce y las salsas o derivados se eliminan. Antes de empezar, se suman suplementos para llegar en perfectas condiciones. El portero, ese jugador diferente, también requiere un tratamiento diferente. Dada la especificidad de su puesto, donde no quema ni la mitad que un jugador de campo, la reducción de hidratos de carbono es una norma.
En una estructura como el grupo Alavés-Baskonia, con equipos de fútbol y baloncesto, cabe preguntarse si hay diferencias entre ambos. La respuesta es no. «Salvo la cantidad, porque los cuerpos de los jugadores de baloncesto son más grandes, las diferencias no existen», apunta Nicolás de Silva, responsable del servicio.
Las claves
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El régimen bajo palos El portero requiere trato distinto, ya que no quema ni la mitad de energía que un jugador de campo
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Menú homogéneo Salvo la cantidad, no hay diferencias entre las dietas de los futbolistas y los baloncestistas
En Baskonia, jugadores como Luca Vildoza o Garino llegaron con un hábito de dos comidas al día, entrenando en ayunas. ¿Mal menú? En el mundo de la nutrición existe un alto grado de intrusismo, de dietas milagro, de consejos sin testar, de especialistas que no lo son. Lo cierto es que ambos argentinos siguen el régimen impuesto en su club actual, Aunque también se puede desmitificar y considerar que un entrenamiento en ayunas «controlado» tampoco es negativo.
Para todo el mundo
La alimentación es un universo de posibilidades que puede ser determinante para la carrera de muchos deportistas, pero también para gente que no lo es. Por eso, la experiencia se extiende hacia el publico en general. «Sean deportistas o no, ofrecemos planes individualizados y herramientas para que aprendan a volar posteriormente», explica Nicolás de Silva, bien escoltado por los nutricionistas Elisa Marcano y Javier Ríos. El modelo que plantean va más allá de ofrecer una dieta al paciente. El precio medio de una consulta básica que consta de primera cita, valoración y seguimiento en posteriores citas es de 120 euros (99 euros para socios Bakh).
Los matices de la cultura y la religión en el régimen
La presencia de jugadores con diferentes culturas o religiones, caso de la musulmana, provoca atención especial en situaciones concretas como el ramadán. En el caso del conjunto albiazul, Mubarak Wakaso tenía un régimen adaptado en el mes que dura este rito. Las modas en la nutrición también pueden confundir. Hace unos años, Marcos Llorente e Ibai Gómez confesaron públicamente que seguían una dieta denominada paleolítica. «No es ni buena ni mala. Es verdad que son modas. Pero si se adaptan a las necesidades del deportista y tienen todos los aportes necesarios, no hay que considerarlas negativas», apuntan. Ser vegetariano o vegano tampoco está reñido con el deporte de élite. «En el equipo femenino del Alavés, una de sus integrantes es vegana. No es ningún problema», aseguran los expertos.
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