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Centenares de personas marcharon ayer por las calles de Vitoria para protestar por la presencia del Maccabi y apoyar al pueblo palestino. Para todos ellos, ... la visita del conjunto de Tel Aviv iba va mucho más allá del partido de baloncesto. «No es un partido, es blanqueamiento», proclamaron sin hartarse pese a que la tarde estaba muy desapacible por la persistente lluvia.
El clima adverso no evitó una jornada de reivindicación. Minutos antes de las seis y media de la tarde, la hora del inicio de la manifestación convocada por la plataforma Palestinarekin Elkartasuna, un buen número de personas ya ondeaban banderas palestinas e ikurriñas al resguardo de la pérgola del centro cívico de Iparralde. El cielo descargaba con intensidad y todavía no permitía comprobar la magnitud de la convocatoria.
La marcha, bajo el lema 'No al lavado de cara de Israel', arrancó con unos minutos de retraso con gritos de «Israel boicot», «Esto no es una guerra, es un genocidio» y «Palestina askatu». «Se está viendo después del alto al fuego cuál es la naturaleza del estado de Israel, un estado genocida», denunciaba la portavoz de la plataforma, Esther Muñoz, justo antes de empezar la manifestación. «Reivindicamos la necesidad de romper relaciones culturales y deportivas. Por eso estamos aquí, para mostrar nuestro rechazo al partido del embajador deportivo de Israel», afirmó.
Tres mujeres palestinas que prefirieron mantenerse en el anonimato agradecieron la solidaridad. «Vinimos en abril porque lo habíamos perdido todo y allí nos podían matar a todos. Nos enorgullece haber venido a un sitio en el que se nos apoya, aunque deberíamos ser más. ¿Qué sentirías si mientras estás aquí están destrozando la casa de tu pueblo y matando a su gente?», relataron mientras avanzaba la manifestación.
La marcha transcurrió por Portal de Betoño y Portal de Zurbano bajo los paraguas y sin incidentes. Con varias bengalas encendidas y un par de petardos como mayores sobresaltos hasta llegar a los aledaños del pabellón de Zurbano. Fue entonces cuando el «Maccabi kanpora» resonó con más fuerza, mientras los antidisturbios tomaban posiciones. Uno cada diez metros.
Pasaban ya las 20.00 horas cuando la pacífica manifestación llegó a su destino final y se produjeron las primeras colas de aficionados para entrar al interior del recinto. En el momento del salto inicial, medio millar de personas continuaba bajo la lluvia mostrando su rechazo al Maccabi. «Vergüenza me daría defender a sionistas», cantaban a pleno pulmón los manifestantes.
Fue entonces cuando se produjo el único contratiempo de la protesta. La Peña Indar Baskonia optó no entrar al partido por «la prohibición y el robo por parte de la Ertzaintza», acusaron, «de una pancarta previamente autorizada», aseguró el grupo de animación. El rótulo recogía el lema 'Palestina Askatu' en colores rojo y verde. Otra con la consigna 'Del río al mar' tampoco fue permitida, al contrario de las miles de banderas de Palestina repartidas en la entrada. El público las exhibió con vehemencia al final de cada tiempo muerto. El «Maccabi, kanpora» resonó con fuerza.
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