El Baskonia vislumbra la estabilidad
Los dos últimos triunfos continentales ponen a los azulgranas en el camino hacia una versión baloncestística con resortes más sólidos
El Baskonia encadenó dos victorias ante Dubái y Efes que le permiten anotarse el primer pleno en una semana de doble jornada continental desde el ... lejano diciembre de 2023. Entonces, el equipo dirigido por Dusko Ivanovic se impuso en el Buesa Arena al Fenerbahce con un 80-79 para superar días después al Estrella Roja con otro ajustado 87-85. Ahora, Paolo Galbiati ya muestra en su breve currículum en la máxima competición continental dos triunfos que permiten 'comprar' cierta tranquilidad en un inicio de temporada de lo más accidentado.
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Los lesionados, las rupturas imprevistas como la de Luka Samanic, algunas actuaciones que mejor olvidar y el lógico proceso de adaptación de una plantilla de nuevo cuño con un entrenador novato deparan un Baskonia que trata de agarrarse a cualquier saliente positivo para proseguir con su escalada. Más allá de dos buenos resultados, el 92-85 ante Dubái y el 86-75 frente al Efes mostraron un aspirante mucho más centrado y constante que en citas continentales precedentes. Al calor de cancha propia, que siempre ayuda, la escuadra azulgrana mejoró sus registros defensivos, con las ideas más claras respecto a qué parcelas del ataque rival cortocircuitar.
Galbiati apela siempre a la comunicación, a la necesidad de 'hablar' en defensa. El caso es que el diálogo entre los cinco hombres en cancha comienza a fluir dentro de un sistema de cambios defensivos casi continuos que siempre exige coordinación. Ante el Efes, el Baskonia firmó su mejor partido defensivo desde el inicio de temporada. Supo sostener un entramado de contención que no se descompuso ante el poderío exterior turco e incluso se adaptó a quintetos alternativos, con Sedekerskis y Kurucs como pareja interior durante los minutos finales del partido. Galbiati mantiene su 'política' de rotaciones constantes y esquemas flexibles a la hora de combinar piezas. Una suerte de centrifugadora cuyo truco también deben coger los integrantes de la plantilla azulgrana.
Si se trata de control del ritmo, los triunfos ante el Dubái y Efes tuvieron al Baskonia como dueño principal. En ambos encuentros se confirmó una constante de lo más beneficiosa; el dominio del rebote, especialmente bajo el aro propio, y la contención de las pérdidas de balón. Los de Galbiati no concedieron ni un solo punto tras cada una de las 11 pérdidas en las que incurrieron. Tampoco se permitió que los turcos anotaran en contraataque. Por otro lado, el Efes sí pudo sumar 14 puntos de segunda oportunidad tras atrapar 12 rebotes de ataque. La perfección no existe.
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Spagnolo, Diakite y Kurucs ganan peso en el círculo de hombres de confianza de Paolo Galbiati
Los dos últimos triunfos permiten equilibrar un tanto el balance continental, ahora con un 2-6 después de haber disputado hasta cinco partidos en el Buesa Arena. El próximo jueves se sumará al sexto con la llegada del Virtus Bolonia para después avanzar en las fechas de noviembre con tres encuentros a domicilio ante Hapoel Tel Aviv, Maccabi y Zalgiris más otro choque en Vitoria frente al Bayern. La exigencia que impone todo duelo lejos de casa en la Euroliga pondrá a prueba el crecimiento de un Baskonia que también comienza a mostrar un perfil más definido en las jerarquías ofensivas. La semana en curso ha mostrado un plantel azulgrana que sigue queriendo imprimir un ritmo altísimo a su ataque, pero con capacidad para aplicar la pausa y el temple.
A pesar de la baja de Howard, las amenazas siguen llegando desde el perímetro de la mano de un Cabarrot agigantado y convertido en la gran referencia triplista dentro de un equipo sin especialistas claros desde más allá de la línea de 6,75.
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Jugadores al alza
Las sensaciones recientes también dan un empujón a Matteo Spagnolo, que firmó su mejor partido en Euroliga ante el Efes. El jugador de Brindisi se abre paso dentro del círculo de confianza de Galbiati junto a Rodions Kurucs y Mamadi Diakite. Tres jugadores con papel secundario hace semanas y que ahora crecen hacia un mayor protagonismo. Sin Forrest, se impone el cambio de guardia en el puesto de base, con Simmons convertido en indispensable después de cuatro partidos jugados y Markquis Nowell dispuesto a poner sus 170 centímetros de altura al servicio de las labores que sean necesarias. El Baskonia da pasos visibles hacia un baloncesto más estable.
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