Al Baskonia le toca arder en Kaunas
Resulta absurdo negar el grado de dependencia de Howard para un conjunto que debe de prender más focos de incendio donde quemar a los rivales. Hoy, visita a un nuevo infierno: el Zalgirio Arena
Ángel Resa
Jueves, 21 de marzo 2024, 00:18
A estas alturas del largometraje nadie debería de ruborizarse al admitir cierto, o bastante, grado de dependencia azulgrana con respecto a Markus Howard. Se trata ... de una realidad. Es lo que tiene disponer por segundo curso consecutivo de la especie más peculiar que vive en el ecosistema de la Euroliga. Habrá jugadores que le rebasen por sus capacidades para conjugar virtudes en plural, pero cuesta imaginar a otro que supere al escolta del Baskonia en su don de resolver partidos por sí mismo y en períodos muy comprimidos de tiempo. Si aún cabían dudas, nada mejor que repasar el reciente duelo de Belgrado para corroborar las sospechas.
El equipo vitoriano, que en ningún momento dominó el encuentro dentro de la caldera ambiental del Stark Arena, pudo incluso anotarse la muesca en el santuario del Partizan. Le bastó la agresividad defensiva de los 'dos contra uno' finales junto a las líneas de banda para que el cuadro blanquinegro perdiera una pelota e incurriese luego en la violación de los ochos segundos. Momentos en los que Howard y sus tres canastas consecutivas acercaron el sueño visitante hasta los dos puntos. Y la sensación de que muy pocos equipos como el Baskonia creen en el triunfo pese a marchar cuarenta minutos por detrás en un compromiso mejorable desde la perspectiva alavesa.
Por supuesto que el club vitoriano cuenta con otras piezas de indudable valor, pero unos cuantos desenlaces giran en función del inaudito anotador azulgrana. En la salud y en la enfermedad se entiende que tipos como Markus condicionen las citas. Para lo bueno –la entidad de Betoño apostó por él y el resto no lo tiene– y lo malo si admitimos como tal encomendarse tanto al acierto de un lanzador compulsivo. Capaz de construir cestas desde la nada, sin ángulo de tiro apenas, defensores tapándole la visión y a distancias aptas para mirarlas mediante prismáticos.
De ahí que convenga al grupo del mariscal abrir al abanico de las opciones en ataque. Disponer de otros focos de incendio donde quemar las ilusiones adversarias. Además de endurecer la defensa, mantra que repite Ivanovic con el prefijo de la agresividad. Así lo recalcó una vez más tras perder el ajustado final en la bulliciosa hoguera de Belgrado.
Pendientes de la rodilla de Sedekerskis
El partido de anteayer en el Stark Arena deparó sustos a pares para el Baskonia. Markus Howard padeció dos de sus frecuentes torceduras de tobillo de las que minutos después regresa a la cancha. Y más preocupación genera en el grupo azulgrana la rodilla izquierda de Tadas Sedekerskis.
El capitán se echó las manos a la articulación en un momento de la primera parte para que se le atendiese en el banquillo. Retornó a la pista después del descanso y tras anotar un mate en contraataque volvió a expresar su dolor en la misma zona.
El ala-pívot, canterano que ha extendido su vínculo con el club hasta 2029, regresa a su país natal. En Belgrado, y debibo a esos problemas físicos, sólo pudo actuar dieciocho minutos en los que sumó seis puntos sin fallo, atrapó cinco rebotes y recuperó un balón. Hacía falta ante el dominio interior de Kaminsky y Caboclo.
Al margen del ideario 'cholista' que incita a volcar todas las energías en el partido siguiente, la expedición vitoriana voló el lunes con la idea de que un triunfo al término de la gira se tomaría como una noticia estupenda. Y hoy se presenta esa oportunidad de conseguir el primer éxito de los dos que Dusko calcula para amarrar una plaza en el 'play in'. Porque se cuenta con uno lejos de Zurbano y otro en la visita del Anadolu Efes de Darius Thompson y Shane Larkin al Fernando Buesa Arena la próxima semana.
El equipo alavés busca un triunfo en sus tres duelos fuera y ganar al Efes en Betoño para atar el 'play in'
Claro que el propósito parecía más despejado antes de la jornada del martes. Porque el Zalgiris, que necesita firmar un pleno de victorias y aguardar el desplome del Partizan para seguir en pie, viene de meterle una tunda curiosa (96-81) al Virtus, séptimo clasificado y rival con el que el Baskonia cerrará la fase regular el 12 de abril en Bolonia. El severo 53-32 tras el descanso en el Zalgirio Arena obliga a un ejercicio azulgrana de seriedad y concentración frente a los anteayer estelares Evans y Hayes.
Sólo el Olympiacos, y en modo remoto, podría ceder ante un Baskonia que le ha ganado dos veces
La derrota del Olympiacos en la orilla europea de Estambul alimenta remotas opciones de ascender hasta el 'play off' por el 'average' favorable al Baskonia, ganador de los dos enfrentamientos ante el bloque griego. Pero requeriría, además, los fiascos de Virtus y Maccabi. Así que el realismo aconseja centrar el propósito en atar el puesto en el 'play in'. un reto teóricamente accesible. Ahora mismo, el conjunto de Zurbano, noveno, debería de solventar su primer duelo al amparo de su público y otro en ambiente hostil. Salvo el pabellón vacío en el que vive de prestado el Maccabi.
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