El Baskonia que reúne a los poetas libres de la canasta

Dusko Ivanovic lo sentó a minuto y medio escaso de concluir la cita sin sobresaltos con el Granada después de que el formidable anotador mandase al desván la anterior marca de dardos lejanos convertidos. Porque San Markus, evangelista de cabecera para el baskonismo practicante, encestó diez de sus catorce intentos desde el arco. Uno más que el nueve de trece logrado la campaña anterior en Gran Canaria, de donde salió ovacionado por la parroquia de la fiebre amarilla. De haberlo mantendo el técnico hasta la bocina final quién sabe si escribiríamos ahora de la cuarentena. Y conociéndole cabe inclinarse a pensar que sí.

Howard firma promedios de 18,7 puntos y casi un 40% de precisión triplista en la ACB. Torneo doméstico en el que lidera holgadamente la tabla de artilleros, además de encabezar la clasificación de misiles metidos por partidos (3,6) y de figurar quinto en el porcentaje de libres (88,8%). Para compensar esas malas tardes que tiene cualquiera, la mirilla telescópica estadounidense ha anotado más de veinte puntos en once de sus veintitrés duelos dentro del campeonato que patrocina Endesa. Y en tres -la mencionada derrota con propina añadida de Santiago más los dos últimos triunfos- se fuga por encima de los treinta para flirtear con la cuarentena,

Traspasando fronteras, el 'dos' nacido en New Jersey firma medias de 18,5 puntos y un 40% de precisión lejana en la Euroliga. En doce partidos ha rebasado los veinte tantos y en dos de ellos, los treinta. Concretamente en Villeurbanne (35) y Belgrado (32) contra el Estrella Roja.

Difícilmente cabrá hallar otro dúo dinámico tan peculiar en ambas competiciones como el tirador asombroso y Chima Moneke. Cuesta pensar en otro jugador que produzca tanto y de manera inmediata como el ala-pívot nigeriano. Desde que aparece sobre el parqué y como si tuviera prisa de fichar por haber quedado con alguien. El Baskonia es el club de los poetas que componen literatura a base de versos libres. En el caso del 'cuatro' llegado desde Montecarlo y tan querido en Manresa, conviene ampliar el foco estadístico. En su caso hay que calibrar la valoración porque a los puntos y rebotes une su capacidad para sacar faltas personales a sus rivales en serie.

Moneke lidera la tabla de créditos dentro de la ACB con 20,1 por tarde. Segundo en libres anotados (4,7) como consecuencia de las 4,5 personales que se cobra (quinto en este apartado), cuarto reboteador (6,7) y quinto en puntos (14,8).

Su facilidad para acumular números extraordinarios no conoce límites. En trece de sus veinticuatro participaciones dentro del torneo doméstico ha saltado el listón de los veinte créditos. En tres de ellos los treinta (en Granada y Girona y contra el Manresa aquí) y para colmo del disparate han de recordarse los 42 en la visita del colista Palencia.

El móvil interior del cabello imposible, la gafa y la sonrisa perenne añade regularidad a su rango de 'showman'. Porque catorce veces ha superado los veinte de valoración en la Euroliga. Y entres esas actuaciones más que notables cabe subrayar con tinta fluorescente las averías que provocó en el Fernando Buesa Arena contra Zalgiris (37) y Panathinaikos (34) y en el viaje a la cancha del Asvel (35). Markus y Chima, especies protegidas.