Belgrado no define los líderes del Baskonia
Desactivado Moneke, el conjunto de Laso adolece la falta de un guía constituido para comandar la remontada y romper con un juego poco entusiasta
El Baskonia volvió a ofrecer lo mejor y lo peor de sí mismo. Llegó a estar solo cinco puntos por debajo (74-69) a falta ... de menos de cuatro minutos para el final, con opciones de ganar en la que parece la cancha más incandescentes de Europa. Con 14 rebotes en ataque, pero 15 pérdidas. Con un notable tercer cuarto, pero un nefasto segundo. Defensa a ratos sí y a ratos no, como el ataque. Y anoche, sobre todo, sin un referente, un guía, que actuara como tal a un lado u otro de la pista.Alguien que dotara de otro espíritu al marchito juego azulgrana, reñido con el virtuosismo.
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Desactivado Moneke, errático Cabarrot, castigado por las faltas y luego lesionado Howard, imperceptible Sedekerskis, apagado Forrest de inicio... todos los jugadores azulgranas mostraron una actuación con pros y contras sin que nadie rompiera con un encuentro demasiado plano. Hasta Rogkavopoulos, que salió por primera vez en el quinteto inicial, pareció contagiado por una temperatura de combustión por debajo de lo necesarios.
El conjunto de Laso, que no encontró el quinteto de confianza que alguna vez le ha hecho ganar partidos inverosímiles como el de Kaunas, apagó la caldera del Partizan por indolencia. Los aficionados locales vieron el encuentro tan sentenciado durante el segundo cuarto que desde el segundo triple de Marinkovic (40-20) bajaron los decibelios. La motivación de jugar en un recinto así fue lo único que sujetó al Baskonia en la primera mitad, difuminado a los 8 minutos a base de tiros de media distancia de Sterling Brown y Carlik Jones. Los serbios terminaron con un 63,4% en tiros de dos. Los vitorianos tenían 3 asistencias al descanso.
Destensión serbia
El partido se retomó en una manifiesta distensión. El Partizan dimitió de sistemas de ataque y enlazó triples y triples errados (4 de 19 al final del tercer cuarto) que abrieron la puerta a la remontada. El despertar de Forrest y siete puntos seguidos de Howard al final del tercer acto animaron al Baskonia, con todavía momentos de apatía. Tras dos rebotes en ataque, Lundberg anotó un triple con todavía 5 segundos por jugar del tercer cuarto. Ningún jugador azulgrana acudió a sacar.
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El continuo contraste de sensaciones lo escenificó Samanic al final. El croata, en medio de un partido discreto, agarró el mando del ataque hasta enlazar una pérdida, con otra de Cabarrot, castigadas con dos triples de Isaiah Mike, que hasta ayer acreditaba un 3 de 24 esta temporada. Pero fue Carlik Jones el que tomó el control del partido en el que el Baskonia no pudo pelear siquiera por salvar el average ante la falta de referentes.
El liderazgo del conjunto de Pablo Laso le correspondía al inicio a Howard y Sedekerskis. El problema es que seis meses después no se sabe en manos de quién está. No parece que el lituano atraviese por su mejor momento físico ni de confianza. Basta con observar su estadística. Ni un solo tiro de campo realizado en 17 minutos. Los azulgrana seguían otros cursos un ideario en el que primaba el correr y tirar y el carácter. Valores que echa en falta de numerosos inicios de partidos.
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