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El Baskonia rozó con las dos manos el fondo del acierto exterior con aquel 3,8% en triples que firmó en su velada del 1 ... de noviembre en París. La excepción de Markus Howard, el único que encestó en uno de los 26 intentos colectivos, impidió que el conjunto azulgrana batiera el peor récord en el lanzamiento exterior (0 de 19 del Estrella Roja). Pese a semejante guarismo, estuvo cerca de llevarse la victoria del feudo de la revelación de la Euroliga, al igual que le pesó el jueves el 0 de 15 ante el Estrella Roja en la primera mitad. Ahí radica el gran enigma del equipo que dirige Pablo Laso. ¿De qué sería capaz si encestara con regularidad desde la larga distancia?
La realidad es que aún no se atisba una respuesta clara. Los azulgranas son el segundo peor tirador de la competición. Lucen un 32% de efectividad desde más allá del arco, con 155 triples de 484 intentos. Únicamente el Alba Berlín, con un paupérrimo 29,8%, se encuentra por debajo en la faceta que domina el baloncesto actual. Cuesta acostumbrarse a ver la sequía de los tiradores azulgranas cuando el sello del club es el antagónico, tal y como reparaba de ello en X el usuario Los triples de Nacho.
El 32% actual en triples del Baskonia es el peor porcentaje que ha tenido el equipo en las 25 participaciones de la Euroliga.
— LosTriplesdeNacho (@nachorto) January 4, 2025
La afición del Baskonia está habituada a ver a su equipo lanzar por encima del 35% en la mayoría de las campañas en las que ha competido en la máxima competición continental. Su tope está en la campaña 2008-09, con un 40,5% de media, mientras que su peor registro, parecido al actual, es el de la 2019-2020, concluida antes de tiempo a causa del covid. Se quedaron en un 32,7% después de 28 encuentros. Aquellos registros previos hacen que el Baskonia sea el segundo máximo anotador histórico de la Euroliga, algo a lo que contribuyó los dos últimos años Markus Howard.
Ningún jugador sumó tantos puntos como el astro azulgrana el curso anterior. El bache que atraviesa si se le compara con su propio rendimiento hace un año lastra la faceta ofensiva. Ha pasado de un 40% a un 30,3% de acierto, con bandazos pronunciados en su puntería y una cierta esperanza de que las tornas van a cambiar por una mera cuestión de probabilidad. Howard es de esa raza de jugadores que raras veces esquiva tomar la responsabilidad de un ataque. Por intentarlo en cada partido no va a a quedar, para bien o para mal. Es su naturaleza. Y su capacidad para ello está contrastada.
Otros datos que también chirrían son los del 35% de Cabarrot o Forrest, el 28,4% de Moneke (35% el año pasado) o el 31,9 de Baldwin. Los cuatro hombres, pilares de la rotación, están por debajo de una media sostenida por un tremebundo Rogkavopoulos, con un 42,5% y Sedekerskis (48.3%). De los buenos números del curso pasado (37% global) hay que recordar las salidas de Marinkovic (38%), Dani Díez (37,5%) y Costello (32%, 36% el anterior).
El dilema se sujeta en dos patas. El primero, es que el Baskonia de Pablo Laso recibe muchos triples en su propio aro. 18 del Bayern, 14 del Panathinaikos y Efes... Y el segundo, que el técnico atisba que en la ceguera de tiro radica una parte de sus problemas defensivos. Al vitoriano le pasaba en su etapa de jugador. «Nunca tenía en la mente a ver si defiendo bien, solo si las cosas me salían en ataque». Ahora, a su juicio, adiestra un plantel con esa misma eminente naturaleza ofensiva.
«Somos un equipo más de ataque que de defensa. La gente defiende mejor después de hacer un buen ataque», sostuvo tras vencer con autoridad al Fenerbahce. Es decir, si se anotaran más triples, algunos de esos que los jugadores azulgranas pueden lanzar sin oposición, los balances defensivos podrían ser mucho más eficientes. En ACB, por contra, el porcentaje es del 37%. Ocupan la séptima posición en este apartado y, sin embargo, parece que sacar victorias en el frente doméstico le cuesta más.
El Baskonia ha sido el rey del triple en los tres últimos años de la liga, pero solo en el curso completo de Peñarroya tuvo una fuerte influencia en los resultados. La dirección de juego azulgrana sufre para generar ventajas especialmente a los jugadores interiores, pero la falta de fluidez y de sumar varios tiros liberados consecutivos terminan por rebajar la confianza ante semenajes números atípicos. El triple no lo es todo, pero a buen seguro que ayuda a los de Laso a encontrar el equilibrio perdido.
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