
Baskonia 88-71 Alba Berlín
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Baskonia 88-71 Alba Berlín
El Baskonia se concede una terapia de aguas termales en el balnearioCumple Dusko con su labor de avistar lobos donde realmente hay una fauna amistosa para que sus discípulos no caigan en el pecado mortal de la condescendencia. Antes de cada partido, el adversario de turno parece -según su relato- más complicado que el anterior y ... menos que el siguiente. Pero veintisiete jornadas ya son muchas para picar el anzuelo del engaño. El Alba marcha último, sólo ha ganado como visitante al vicecolista y vuelve a pasar por la Euroliga como ese grupo simpático y ajeno a la presión que mejora a los jugadores sin levantar su cuenta de resultados colectivos. Este viernes mostró una ternura que bien le vino al Baskonia en un partido sin disyuntivas que valiesen desde la perspectiva azulgrana. Se trataba de ganar sí o, en su defecto, también.
Baskonia
(23+19+21+25): Miller-McIntyre (14), Howard (8), Marinkovic (15), Sedekerskis (9) y Kotsar (9) -cinco inicial-, Theodore (2), Raieste (-), Rogkavopoulos (7), Costello (8) y Moneke (16).
88
-
71
Alba Berlín
(10+24+13+24): Hermanssonn (3), Thomas (12), Delow (3), Schneider (-) y Wetzell (10) -cinco inicial-, Mattisseck (2), Samar (3), Brown (7), Olinde (8), Koumadje (12) y Rapieque (11).
Árbitros: Sreten Radovic, Jakub Zamojski (Polonia) y Michele Rossi (Italia). Sin eliminados. Señalaron falta antideportiva al visitante Koumadje (min.40).
Incidencias: Partido correspondiente a la vigesimonovena jornada de la Euroliga disputado en el Fernando Buesa Arena de Vitoria ante 8.226 espectadores.
Y a ello se aplicó pronto el bloque de Zurbano, decidido desde el comienzo a aplicar su hegemonía teórica y de hecho. Aunque el retorno a las competiciones tras el largo paréntesis de febrero ha encendido los recelos, no había otro remedio que revertir las malas sensaciones de la semana pasada, proseguir en el empeño continental de amarrar el novedoso 'play in' y meterse una dosis de autoestima antes del compromiso capitular de este domingo contra el Barça. Sí, en el frente doméstico que le aprieta al conjunto vitoriano como una piedra maldita dentro del zapato.
Al cuadro azulgrana se le podrán reprochar algunos asuntos, como sendas relajaciones de más antes y después del intermedio. Pero en modo alguno achacarle una mala puesta en escena. Al contrario. El 20-8 del minuto 8 era la traducción al marcador del dominio que ejercía McIntyre, cada vez más cómodo y natural a la hora de sostener las riendas del grupo y desanimar a los oponentes. El base se alimentaba por su cuenta y nutría al resto, especialmente a un Sedekerskis que festejó la renovación de sus promesas del baskonismo en un arranque vigoroso. A todo ello unía el cuadro alavés una actividad defensiva que incomodaba sobremanera los tiros alemanes, desplomados en unos porcentajes sonrojantes.
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Olga Jiménez
Por si el estropicio para el Alba fuera escaso, irrumpió en la pista Moneke con ese impacto tormentoso de repente que une relámpagos, truenos y lluvia a mansalva. De dedicarse al fútbol se le identificaría con el delantero insaciable y vertical que siempre halla modos de driblar a sus pares y dejarlos atrás. El Baskonia se procuraba tal noche de terapia en las aguas termales -o forales ya que en Álava vivimos- que con el severo 32-14 del minuto a seis minutos del descanso buscó la tumbona en albornoz antes de tiempo.
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Quizá vio la tarea tan sencilla que permitió el acercamiento amarillo hasta el 40-34 a segundos de enfilar la senda de los vestuarios. Una fase en la que el exvalencianista Hermannsson buscó hasta encontrar repetidamente al gigantesco Koumadje, emparejado bajo la canasta con Sedekerskis por las ayudas defensivas de Kotsar.
El tercer cuarto mostró la tanda de canastas consecutivas de Wetzell y las apariciones siempre oportunas de Marinkovic, pero resultó definitivamente el período de Costello, importante a ambos lados de la pista y disfrutando con sus tapones alicatados hasta el techo. Y, también, por supuesto, la confirmación prematura de otro doble-doble a cargo de McIntyre, quien ha convertido en norma lo extraordinario.
Aún hubo tiempo de otra siestita local reparadora que acható el 69-49 del minuto 32 hasta el 80-71 del 38 con el suplente Rapieque asumiendo el papel protagonista. Nada que no supiera resolver Marinkovic con sus salvas de artillería en otra noche oscura de un Howard ansioso.
Chris Chiozza, con un papel testimonial últimamente en el Baskonia, ni siquiera ocupó ayer un hueco en el banquillo azulgrana. Aquejado de fiebre, el base estadounidense no figuró en el acta de los doce jugadores que eligió Dusko Ivanovic para el encuentro. Y en su lugar, el club inscribió para el partido a Joseba Querejeta. Aunque el canterano y Dani Díez se quedaron sin participar en la visita del Alba. El hijo del presidente de la entidad alavesa debutó con el primer equipo el pasado 21 de enero en el partido de la ACB frente al Morabanc Andorra. El entrenador montenegrino recurrió a él cuando faltaban 79 segundos para concluir el duelo y el joven vitoriano anotó la canasta que abrochó entonces el triunfo local.
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