El 1x1 del Baskonia ante el Maccabi. El mejor, McIntyre. Y tú, ¿quién crees que ha brillado?

El técnico reclamaba la energía que faltó contra el Breogán y no hubo noticias de ella. Naufragio a partir de una defensa muy blanda en el perímetro, bajo el tablero y enganchados los jugadores en el bloqueo directo. Una claudicación desde el inicio.

Segundo anotador azulgrana y autor de cuatro triples, sí, pero muy incómodo toda la tarde. Baldwin sacó enorme rédito del emparejamiento con él en la segunda parte.

Su conmovedor esfuerzo contra el mundo le disparó hasta los 35 créditos de valoración después de meter 32 puntos. Valentía, verticalidad y físico. Pero no gobernó el partido.

Apenas siete minutos, uno menos que el reaparecido Theodore. Los reducidos descansos de McIntyre en el banquillo bajan demasiado el nivel del equipo.

Reaparecido después de que Chiozza le rebasara en la rotación de bases. Apenas ocho minutos en los que repartió tres asistencias.

Escasísimo peso específico de un escolta importante para la producción ofensiva del grupo. Y también superado en la otra parte de la cancha.

El capitán fue uno de los escasos jugadores destacados dentro de un bajísimo tono general. Once puntos, siete rebotes y tres asistencias. El más utilizado con 34 minutos.

Imposible calificarlo con sólo 46 segundos de presencia sobre la cancha.

Seis minutos y medio con nada que reseñar, excepto el único intento triple que falló.

De lo poco rescatable en una cita aciaga. Enérgico. Jugó con decisión y valentía a la hora de encarar el aro del Maccabi.

Se lesionó en el minuto 14 con apenas nueve sobre el parqué. Pero firmó una estadística inédita para él en el peor sentido pues no estrenó su casillero anotador.

Es un hombre muy importante en el Baskonia, pero el pívot de Michigan tuvo ayer escasa influencia en un partido fatalista.

El pívot estonio sacó ayer un tanto la cabeza con su afán reboteador y ese don que tiene para asociarse. Pero, como el resto del grupo, sufrió el muy mal encuentro colectivo.