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La peregrinación de los 3.766 aficionados del Athletic a Manchester es una cuestión de fe. La hinchada rojiblanca se movilizará a la ciudad inglesa ... en busca de un milagro, el de remontar en Old Trafford el 0-3 en contra de este próximo jueves. Un auténtico jarro de agua fría que obliga a los de Valverde a levantarse. Como siempre, los athleticzales estarán a su lado. En juego hay nada menos que una final de la Europa League en casa. La posibilidad de levantar el primer título continental en San Mamés. Soñar en el 'Teatro de los sueños' con cuatro goles y portería a cero.
El Manchester United ha enviado al Athletic 3.766 entradas para el partido de vuelta de las semifinales de la Europa League, lo que permite un desplazamiento masivo desde Bilbao. El club rojiblanco se reserva 580 localidades para sus compromisos, por lo que serán 3.186 las que estén a disposición de los socios. El precio de las entradas es de 40 euros. Va a tocar dejarse la garganta ante un coliseo como la casa del United, donde entran más de 70.000 'red devils'.
La movilización dejó con el cartel de no hay billetes las principales conexiones de la capital vizcaína con Manchester y Londres. No importó el elevado precio, más de 550 euros. Se dispararon nada más conocerse la identidad del rival rojiblanco. Una fiebre rojiblanca de la que se contagiaron también aeropuertos cercanos como el de Santander. Y que también se ha traducido en conexiones 'locas' para abaratar costes a pesar de echar horas y horas de viaje. El empuje también desencadenó un buen número de nuevos vuelos chárter por más de mil euros por cabeza por avión y alojamiento para una noche.
A la ciudad inglesa hay que ir con fe ciega, con la convicción de que es posible hacer lo mismo que lo conseguido en la ida por el Manchester United en Bilbao. Fue en el minuto 29 cuando comenzó el descalabro del Athletic con un cabezazo de Casemiro, solo en el segundo palo. Ese primer tanto de los 'red devils' fue el primero de los tres goles que dinamitaron a los leones en los últimos minutos del primer tiempo. En el minuto 37, el VAR revisó un agarrón de Vivián que le costó la expulsión y acabó en gol de penalti de Bruno Fernandes. El portugués anotó su doblete, el tercero de los 'red devils', gracias a un pase de tacón de Ugarte que le dejó solo ante Arrigezabala.
Toca apelar al espíritu de aquel Athletic de Bielsa capaz de tumbar en octavos de la Europa League de 2012 a un United de Ferguson colosal, mucho más agigantado de un club venido a menos en estos últimos años. Al alma de aquellos goles de Llorente, De Marcos y Muniain. Solo queda el lateral de Laguardia en aquella pantilla icónica, pero en noches como la del próximo jueves es donde nacen los héroes. Y la afición volverá a estar a su lado para ello.
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