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Dos de los jugadores de mayor peso entre los hinchas del Athletic y en su vestuario se han mostrado muy críticos con lo sucedido en ... el segundo día de la huelga de animación indefinida convocada por Iñigo Cabacas Herri Harmaila, uno de los grupos que conforman la Grada Popular. La presencia en la sala de Prensa de dos pesos pesados como Unai Simón e Iñaki Williams era el primer indicio de que los jugadores querían decir.
Y ha sonado a mensaje del colectivo de futbolistas, muy duros con los huelguistas, a quienes han reprochado que no dejen a otros animar y a quienes Unai Simón incluso ha pedido que se queden en su casa si no desean animar al equipo rojiblanco.
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La frialdad se nota en San Mamés. «Somos conscientes de que esto no está beneficiando a nadie», ha arrancado Iñaki Williams cuando se les ha pedido a Unai Simón y a él que valoren lo que ocurre. «Todos estamos sintiéndonos perjudicados y días como el de hoy para el Athletic y para el equipo son muy tristes. La temporada está siendo muy buena. Hemos ganado una Copa tras 40 años, estamos cuartos en Liga y con la clasificación a octavos cerca es triste que se escuche ese runrún, que a gente que quiera animar no se le deje animar».
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Esta última acusación se refería, entre otras cuestiones, a algunos silbidos que se escucharon cuando hubo gente del fondo que quiso animar. La mayoría de ellos no secundan la huelga, como se puede apreciar cuando cantan y botan. Pero la realidad es que los convocantes del paro son los que dirigen la animación y que sin ellos al frente ésta es de menor intensidad. De hecho, testigos presenciales relataron que hubo un duro enfrentamiento verbal entre un miembro de ICHH y uno de Piratak cuando este último tomó un micrófono para dirigir la animación y el otro se lo reprochó.
«Es triste que haya pitos. Eso no define el Athletic. El Athletic 'gu gara' que hemos crecido escuchando todos por momentos se está evaporando y me gustaría que se solucionara lo antes posible porque creo que nos merecemos disfrutar todos tanto dentro como fuera», demandó Williams. Y concluyó con un «cuando estamos todos unidos, el Athletic sólo hace más que sumar, el equipo va en volandas y aplaude a su afición».
Unai Simón remachó lo que dijo su compañero. «Estamos en una buena situación en Liga y en Europa, algo que todos hubiéramos deseado al inicio de temporada. Y esta situación que estamos viviendo con la afición es una mierda», arrancó el portero. El guardameta advirtió que «no nos sentimos para nada identificados con lo que está ocurriendo» y advirtió que «los jugadores no tenemos la culpa de lo que está pasando». «Se nota. Tuvimos una eliminatoria de octavos de Copa en la que necesitamos la ayuda de nuestra afición y no la tuvimos. Hoy necesitábamos la ayuda de nuestra afición y no la tenemos. Me da un poco de pena porque el Athletic siempre se ha caracterizado por la afición, siempre decimos que tenemos una de las mejores aficiones del mundo y hoy no se ha dejado animar a los que de verdad querían. Así que invitarles a esos que no quieren animar a que se queden en su casa, que nosotros queremos seguir haciendo nuestro camino». Y concluyó con la petición de que «se respete a la gente que quiere animar al Athletic».
El enfrentamiento nace por el goteo de multas que recibe el club por los insultos que se lanzan desde ese fondo norte. Los agentes de seguridad identifican a los presuntos autores de las descalificaciones al concluir algunos duelos, asunto que ha generado malestar en el grupo ICHH, pero no en los otros dos que se colocan en esa zona, Piratak y Euskal Lyons, que no secunda el paro.
El club recordó recientemente que los ocupantes de la grada de animación tienen precios reducidos, que les facilita material para la animación y reveló que les regala 44 entradas por partidos y que les reservó cien de pago para la final de Copa.
El de este domingo es el cuarto partido con huelga de animación en San Mamés. El malestar de la plantilla por lo que ocurre es evidente. De hecho, ya no acuden al final del encuentro a ponerse ante la Grada Popular a cantar el Txoria txori de Mikel Laboa. Sólo fueron allí en el primer día de la convocatoria, ante el Elfsborg sueco en Liga Europa, y tuvieron que escuchar cómo desde ese fondo se lanzaron gritos contra el presidente.
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